Camino de Santiago, tramos

Tramo 7: Sarria - Santiago de Compostela

Lo hemos realizado entre el 20 y el 25 de Septiembre de 2018. Tramo final del camino de Santiago, para muchos el tramo que se realiza para conseguir la Compostela y poder decir que se ha realizado el camino, para nosotros el fin de esta aventura, siete tramos, 32 etapas. La emoción nos embargó al entrar en Santiago. Este es el relato de estos últimos 5 días.


Etapa 28. Barcelona - Sarria - Portomarin

Hemos salido de Barcelona el día 20 de Septiembre de 2018 a las 20:20 en el tren-hotel 00922 hasta Sarria y hemos llegado a Sarria a la 9:01 del día 21. Como siempre excelente cena y copa en el tren.








Comenzamos el día 21 nuestra aventura, esta jornada es para una buena parte de los caminantes la primera, ya que Sarria se encuentra muy cerca de los míticos y últimos 100 kilómetros, la distancia mínima que hay que recorrer a pie para ganar la Compostela. La etapa no defrauda en absoluto ni al primerizo ni al curtido peregrino. Ofrece incontables aldeas de los Concellos de Sarria, Paradela y Portomarín, buenos ejemplos del románico, pistas vecinales asfaltadas, sendas y corredores rurales, puentes medievales y pasarelas rústicas y hasta una moderna área de descanso repleta de máquinas de vending. 

Salimos de la estación de Sarria sobre las 9:30 después de tomar un café en la estación. Enlazamos a la derecha rápidamente con el camino francés al cruzar el río pequeño. El tramo inicial de 2,9 kilómetros entre Sarria y As Paredes ofrece un excelente comienzo de etapa. Tras la Rúa Maior, pasando junto al edificio de la Prisión Preventiva, llegamos al mirador sobre Sarria, adornado con un crucero. Unos trescientos metros después del mirador, el Camino se junta con el Convento de la Magdalena, principalmente de fachada gótica y renacentista y regentado por los Padres Mercedarios.










La etapa desciende junto al muro del cementerio hasta el río Pequeño, afluente del Sarria. El medieval Ponte Áspera permite cruzarlo. Junto a pequeños prados y huertas particulares pasamos bajo un viaducto para cruzar las vías. Tras ellas salvamos un arroyo gracias a una pasarela de madera. El curso de agua da paso a un duro repecho por camino - envuelto por soberbios castaños - que sube hasta el lugar de As Paredes donde se asienta un castro prerromano del mismo nombre. La aldea aparece después y, se supone, son unas casas a la vera del Camino.
Desde aquí, por pista vecinal, nos acercamos hasta Vilei donde nos recibe una escultura en recuerdo a Don Germán Arias. De inmediato, a mano izquierda, vemos el área de descanso de Vilei. 
De nuevo por pista asfaltada progresamos hasta la parroquia de Barbadelo, donde podemos visitar la románica iglesia de Santiago, a pocos metros del Camino, un bello ejemplo de estilo románico gallego. Tiene una torre de planta cuadrada y una portada llena de símbolos e iconografía medieval. De este delicado pórtico destaca la figura humana con los brazos en cruz del tímpano y el juego de pájaros, animales y hombres de los capiteles del doble par de columnas. El caserío adjunto recibe el nombre de Mosteiro -contracción de monasterio- en alusión a una antigua institución anexionada a Samos. Rodeada por el camposanto, merecen su atención las portadas y los capiteles. 






Continuamos otra vez por pista vecinal asfaltada hasta las aldeas de Rente y Mercado da Serra , Al cruzar la carretera no se continúa por la carretera sino que se toma un corredor arbolado que surge de frente. A los cinco minutos pasamos junto a una fuente decorada con Pelegrín, la mascota del Xacobeo 93. Unos metros más adelante llegamos junto a las puertas del Molino de Marzán, del año 1920, para torcer noventa grados a la derecha. Pronto cruzamos la LU-633 para pasar Leiman, y después Peruscallo, con presencia de algunos hórreos, continuamos avanzando por un camino bajo castaños hacia Cortiñas y Lavandeira. Entre bajos muros de piedra y castaños alcanzamos Brea. Unos metros más adelante se encuentra Morgade, cerca de la salida, un cartel nos da la bienvenida al Concello de Paradela, que toma el relevo del de Sarria. Alcanzamos Ferreiros, primera parroquia de Paradela, en cuesta, y bajamos por pista asfaltada hasta el inmediato Mirallos, donde hemos comido. 




Acto seguido se encuentra la iglesia románica de Santa María, que se bajó piedra a piedra desde Ferreiros en 1790. El Camino se dirige por asfalto desde Mirallos a A Pena, donde está el mojón 100 y posteriormente a Couto y Rozas. Tomamos una senda en ligera cuesta al abrigo de los robles y pinos. En el primer cruce que se presenta seguimos por la izquierda, llegamos a la aldea de Moimentos. En unos minutos pasamos Mercadoiro y el itinerario visita Moutrás, y tras una cuesta y pistas asfaltadas descendemos hasta Parrocha y Vilachá, última aldea del Camino perteneciente a Paradela. Un brusco descenso nos acerca hasta el río Miño, embalsado por Belesar. El puente, de más de 350 metros de longitud, nos acerca hasta el Portomarín de fachadas blancas y tejados grises.






La entrada al pueblo se hace por uno de los arcos del viejo puente romano medieval, reconstruido para asentar una escalinata y colocar una pequeña capilla de la Virgen de las Nieves. Subimos por ella y nos dirigimos hasta el centro del pueblo y vamos a nuestro alojamiento (Pensión Pérez, donde también hemos cenado) 
La ciudad antigua de Portomarin, formada por dos barrios, San Nicolás y San Pedro, está sumergida en el embalse de Belesar. El pueblo tuvo se reconstruyó de nuevo en 1960 en una ladera segura. Portomarín fue un importante lugar de paso en la Edad Media con un gran puente y con hospital; todo quedó bajo las aguas del Miño. La grandiosa iglesia-fortaleza de San Nicolás, erigida por los monjes-caballeros de la orden de San Juan de Jerusalén en el siglo XII, se desmontó piedra a piedra para ser reedificada en la plaza del nuevo asentamiento. Por su monumentalidad, riqueza de elementos y suntuosidad escultórica, constituye uno de los ejemplos más interesantes del románico lucense. Consta de una nave con cinco tramos cubiertos de bóveda de crucería y de cañón apuntado. 
La fachada románica de la iglesia de San Pedro, que también se trasladó a un extremo del pueblo (junto al Pazo de Berbetoros del XVII) es de bella factura. El pazo del Conde da Maza, del XVI y el pazo dos Pimentales también se subieron a la ubicación actual.  








Etapa 29. Portomarin - Palas de Rei 
La etapa del día 22 de septiembre, está fraccionada por la sierra de Ligonde, que a su vez divide las cuencas de los ríos Miño y Ulloa y los Concellos de Portomarín y Monterroso. Aunque el comienzo es prometedor y obsequia con un apacible ascenso por el monte San Antonio, el resto se embriaga junto a carreteras modestas, provinciales e incluso nacionales. Sin embargo amenizan el viaje buenos ejemplos de iglesias románicas, antiguos hospitales de peregrinos y el valioso crucero de Lameiros. 
Salimos de Portomarin por la avenida de Chantada, que desemboca en la misma carretera. Desde este punto bajamos hasta una pasarela metálica que salva el Rego das Torres, que actualmente está en desuso y que hay que ir hasta el puente donde circulan los automóviles, que se junta aquí con el Miño. Giramos a mano derecha junto a unas casas. Superadas éstas, continuamos por un camino que nace a la izquierda y que sube por la falda del monte San Antonio. Ascendemos aproximadamente un kilómetro y comenzamos a llanear entre pinos y prados. El camino baja hasta el arcén de la LU-633 y pasado el cruce a San Mamede y Velade tomamos un andadero pegado a la carretera. Unos cientos de metros más adelante, a la altura de una fábrica de ladrillos abandonada y feísima cruzamos la carretera y continuamos por un andadero similar que avanza por la derecha. A la altura de unas naves de fertilizantes y abonos cruzamos de nuevo la LU-633 y progresamos por la izquierda. Cuatrocientos cincuenta metros después llegamos a Toxibo. Aunque aún caminamos muy cercanos a la carretera, varias manchas de pinos nos aíslan de ella durante un pequeño tramo. De nuevo junto a la asfalto pasamos un merendero y tiramos hasta la cercana parroquia de Gonzar, donde hemos almorzado.





La iglesia de Santa María de estilo románico sencillo y tosco pero muy bien conservado. En su interior destacan una talla románica de la Virgen y un retablo del siglo XVI y el núcleo poblacional quedan a la izquierda, en breve giramos a la izquierda para tomar una pista que sube a Castromaior, también parroquia del Concello de Portomarín con iglesia románica de finales del XII y un cercano castro prerromano de grandes dimensiones.




Desde Castromaior afrontamos una exigente subida de 700 metros hasta otro andadero paralelo a la LU-633. Llegamos hasta Hospital da Cruz, aldea de la parroquia de San Mamede de O Río, también de Portomarín. Tomamos la C-535 en dirección Ventas. Se trata de una modesta carretera provista de un arcén compacto por el que transitaremos durante los próximos 10 kilómetros hasta el enlace de la N-547 en A Brea. La siguiente población que visitamos es Ventas de Narón. A la salida hay una pequeña capilla rehabilitada en el 2004. A medio kilómetro, en suave ascenso por el arcén, llegamos hasta la Sierra de Ligonde que divide las cuencas de los ríos Miño y Ulla. 



Ahora disfrutamos de un buen tramo en descenso. Kilómetro y medio más adelante dejamos a un lado la aldea de Previsa, la primera del Concello de Monterroso y medio kilómetro más abajo, a mano derecha, se encuentra Os Lameiros, con el pazo y la capilla de San Marcos. A doscientos metros, junto al Camino, se alza el célebre crucero de Lameiros. Es de doble cara y fue colocado en 1670. En un lado está representada la imagen de Cristo y en la otra la Virgen de los Dolores. En la base podemos distinguir unas tenazas, una corona de espinas y una calavera, referentes al calvario de Jesús.


De inmediato llegamos a Ligonde (Km 16,5), pasando junto a la cruz que señala el lugar de un antiguo cementerio de peregrinos. También junto a la Casa de Carneiro, que tuvo como huéspedes ilustres a Carlos V, en marzo de 1520 cuando viajaba para ser coronado emperador, y a Felipe II, en mayo de 1554 de camino a La Coruña para casarse con María Tudor A la salida de Ligonde, a la vera del albergue municipal, cogemos una senda que baja pegada a un muro hasta el puente sobre el río de Airexe. Remontamos el tobogán hasta Airexe. A mano izquierda, algo apartada, se encuentra la iglesia de Santiago, de factura neoclásica y con la portada románica de su predecesora. Avanzamos por el arcén y seguimos de frente tras cruzar la carretera LU-3301. Después alcanzamos la aldea de Portos, donde hemos comido en “A paso de Formiga”, ya del Concello de Palas de Rei y la parroquia de Santiago de Lestedo. Subimos hasta la aldea de Os Valos para bajar a A Mamurria. Posteriormente vienen A Brea, donde dejamos la pista asfaltada. Junto a ésta se sitúan primero Avenostre y después O Rosario, lugar donde los peregrinos rezaban un rosario ante la vista del Monte Sacro, donde los discípulos del Apóstol Santiago domaron a los toros bravos que trasladaron el cuerpo del santo. 




Medio kilómetro y llegamos a Palas de Rei. Entramos por la rúa do Cruceiro, nos alojamos en O’Castelo, visitamos la iglesia de San Tirso y bajamos la escalinata hasta el mismo centro del Concello, y hemos cenado en la Pulperia a Nosa Terra, estupendo bar de tapas y mejor gin-tonic.





Etapa 30. Palas de Rei - Arzúa
Comenzamos el día 23 de septiembre tomamos café en la misma puerta de nuestro alojamiento, lleno de cazadores. Cruzamos la carretera junto a la Casa del Concello de Palas de Rei y bajamos por la travesía del Peregrino para atravesar de nuevo la carretera y continuar descendiendo por la empedrada rúa do Apostolo. Por tercera vez salvamos la carretera y seguimos de frente por la rúa Río Roxán, donde hay una escultura de unos peregrinos bailando firmada por J. Novo. Salimos a la avenida de Compostela, coincidente con la N-547, y tras quinientos metros torcemos a la derecha para cruzar el río Roxán. Enseguida llegamos a la parroquia de San Sebastián de Carballal. Bajo una fronda subimos hasta un par de aldeas de esta parroquia, O Coton y A Graña y bajamos para cruzar la N-547.











Continuamos por una senda rodeada de eucaliptos y robles, que llega hasta Lacua. Una buena hilera de losas de piedra impide enfangarse en la balsa de agua. Proseguimos hasta San Xulián do Camiño. A la vera del Camino se encuentra la iglesia románica de finales del XII, que exhibe en primer término el ábside. Por pista asfaltada pasamos el lugar de Pallota y descendemos sin cuartel por una preciosa corredoira hasta el río Pambre para llegar a Ponte Campaña, perteneciente a la parroquia de Mato.
Salimos Ponte Campaña, perteneciente a la parroquia de Mato y a continuación sobreviene un tramo espectacular. Cual bosque de Fangorn, abrazados por roca y ramas retorcidas, progresamos hasta Casanova, también de la parroquia de Mato. Dejamos a un lado el albergue público y más adelante el desvío hacia uno privado. Continuamos por la pista asfaltada y la dejamos por la izquierda para tomar un camino. Bajamos hasta cruzar el rego do Vilar, en Porto de Bois y acto seguido, en cuesta, avanzamos hasta Campanilla, pequeña aldea de la parroquia de Mato y última población lucense en el Camino.
Por una carretera secundaria decimos adiós a los 96,7 kilómetros recorridos en la provincia de Lugo, y nos presentamos en O Coto, primera aldea coruñesa perteneciente a la parroquia de Leboreiro, ya en el Concello de Melide. 




A la salida de O Coto dejamos el asfalto por la izquierda para bajar a Leboreiro, definido en la antigüedad como Campus Leporarius o campo de las liebres. Aquí veremos un Cabazo: que es un gran canasto circular hecho con palos entrelazados y cubierto de paja que apoyado en una base de piedra es utilizado para conservar el máiz. Detrás del Cabazo se encuentra la iglesia románica de Santa María con ábside circular y techo de madera. En la portada está esculpida una figura de la Virgen.



Abandonamos Leboreiro y cruzamos el río Seco por un puente medieval, llegamos a Disicabo y a continuación sobreviene un tedioso tramo junto a la N-547 y el Parque empresarial de Melide, también llamado de la Magdalena (Km 11,5). Un kilómetro después cambia el panorama y bajamos hasta la orilla del río Furelos por un entorno más digno. Cruzamos este afluente del Ulla por el puente medieval y accedemos a la parroquia de San Xoán de Furelos. Es la antesala de Melide, la capital del Concello. Llegamos a la avenida de Lugo, pasamos junto a la capilla de San Roque y su crucero del siglo XIV, por la rúa do Convento hasta la plaza do Convento. Aquí se dan cita el antiguo hospital de peregrinos, que alberga hoy el Museo da Terra de Melide; el Convento del Sancti Spiritus y su iglesia; el edificio del Ayuntamiento del siglo XVIII y la capilla de San Antonio, junto a la que dejamos la plaza para tomar la rúa San Antonio. Prada para comer en la mejor pulpería de Galicia, casa Ezequiel. 












Abandonamos Melide por la rúa Principal. Con vistas al valle bajamos hasta la N-547, que cruzamos para coger de frente la CP-4603 en dirección San Martiño. A la altura de un restaurante - parrillada giramos a la derecha para visitar la iglesia de Santa María de Melide, parroquia del mismo nombre. El templo es románico de finales del XII, tiene una sola nave y ábside semicircular y alberga la única reja románica de Galicia. 






Tras pasar las casas de Carballal nos vemos rodeados entre eucaliptos, especies de hoja caduca y prados hasta el paso empedrado del río Catasol, afluente del Furelos. Paisaje de postal que nos brinda el Camino. Por un bello entorno nos dirigimos a Raido, al pie de la N-547. Abandonamos su compañía rápidamente para continuar hasta Parabispo, ya del Concello de Arzúa (Km 19,2). Bajo un bosque de eucaliptos salvamos el arroyo de Valverde, pasamos Peroxa y entramos en la parroquia de Boente, partida en dos por la N-547. Tras la iglesia de Santiago giramos a mano derecha y bajamos por una pista hasta el río Boente y el lugar de Punta Brea, salvando antes por un túnel la N-547. Tras rodear unos prados afrontamos una dura cuesta que sube al pie de la N-547, y junto a ella alcanzamos varios lugares de las parroquias de Figueiroa y Castañeda. En este lugar se encontraban los hornos de cal donde los peregrinos depositaban la piedra que traían desde Triacastela.
Bajamos por pista asfaltada hasta el arroyo Ribeiral, localizado entre Pedrido y Río. Ahora toca remontar y continuamos de frente, dejando a la izquierda el desvío a Doroña. Después, casi siempre por pistas vecinales asfaltadas, bajaremos durante dos kilómetros hasta el río Iso, que da acceso a Ribadiso da Baixo, aldea de la parroquia de Rendal. Al otro lado del puente medieval se encuentra el hospital de peregrinos de San Antón, actualmente restaurado como albergue público. Dando un rodeo, a nuestro parecer absurdo, subimos hasta la N-547 para llegar, por un interminable paseo por la avenida de Lugo, hasta las primeras casas de Arzúa. En el casco antiguo de Arzúa se encuentra el antiguo convento de la Magdalena, fundación agustina del siglo XIV que mantuvo una alberguería para peregrinos pobres y que hoy está en ruinas. Muy cerca se levanta la moderna iglesia parroquial de Santiago, que posee dos imágenes del Apóstol, una como Peregrino y otra como Matamoros. 





Desde 1975 se celebra en Arzúa, año tras año, la fiesta del queso. El queso de Arzúa se elabora artesanalmente con leche entera de vaca y se produce en toda la comarca Arzúa - Ulloa, y en varios municipios de Lugo.
Nos alojamos en The Way Hostel Arzúa, la cena: Casa Chelo.








Etapa 31. Arzúa - O'Pedrouzo


Salimos de Arzúa el día 24 de septiembre por la rúa do Carmen, los soportales y fachadas revestidas de madera despiden nuestro paso por Arzúa. Por un entorno más rural bajamos hasta la fuente os Franceses, cruzamos el río Vello y llegamos de seguido a As Barrosas y su capilla de San Lázaro. Bajamos hasta el río Brandeso, afluente a su vez del Iso, y subimos hasta Preguntoño, aldea de la parroquia de Burres con su ermita de San Paio del siglo XVIII. A la salida evitamos cruzar la N-547 gracias a un túnel y afrontamos un repecho, entre prados, cultivos de maíz y con vistas a Arzúa, hasta el lugar de A Peroxa, también de la parroquia de Burres. Los eucaliptos pueblan, cada vez más, el paisaje gallego y los prados particulares, necesarios para la supervivencia del ganado y del mundo rural, se suceden uno tras otro. Viajamos por pistas revestidas de hojarasca hasta el riachuelo Ladrón para alcanzar posteriormente Taberna Vella.

Seiscientos metros después entramos en Calzada, de la parroquia de Burres y último núcleo habitado del Concello de Arzúa. 









Dejamos la población cruzando una carretera de enlace y continuamos para entrar en el Concello de O Pino el último antes de Santiago. La primera población es Calle, aldea de San Breixo de Ferreiros, donde pasamos bajo un hórreo. Abandonamos el núcleo tras cruzar el arroyo Langüello y seguimos por una red de pistas y caminos hasta Boavista y Salceda
Salimos de Salceda, nos desmarcamos unos metros de la nacional por la derecha, pasando junto al recuerdo al peregrino Guillermo Watt, fallecido en el Camino. Regresamos más arriba al pie de la carretera y la cruzamos junto a un concesionario de maquinaria agrícola para llegar hasta Oxén, lugar de la parroquia de San Miguel de Cerceda. El camino, a la izquierda de la Nacional, conduce ahora a la inmediata Ras, de la misma parroquia, donde salvamos la N-547 por debajo. En este punto también pueden enlazar los peregrinos que vengan del Camino del Norte y hayan tomado la variante de O Pino. Al otro lado se encuentra ya A Brea y la cercana A Rabiña. En paralelo a la Nacional y tras cruzarla otra vez superamos con facilidad la subida a O Empalme, de la parroquia de San Lourenzo de Pastor. En el alto cruzamos la carretera para entrar en la población y tomamos, a la izquierda, una pista que desciende bajo los eucaliptos. Más abajo, por un túnel bajo la N-547, tenemos la opción de pasar para visitar la ermita de Santa Irene en el pueblo de Santa Irene y su fuente barroca. Gracias a una densa fronda de eucaliptos nos aislamos del ruido de la carretera, y evitamos de nuevo la carretera por un túnel. Un par de casas y un aserradero y más eucaliptos conducen hasta A Rúa de la parroquia de Arca. 







Por pista asfaltada llegamos al borde de la N-547 y subimos junto a ella hasta O Pedrouzo, también de Arca y con todos los servicios, ojo depende donde tengáis el albergue es mejor continuar por la N-547 mirar la ruta ahorrareis más de 1 km, mañana de salida retornareis al camino
Comemos en O’Ceadoiro en Santa Irene, O Pino y cena en Santaia en Casal de Calma y nos alojamos en el Albergue o Burgo.









Etapa 32. O'Pedrouzo - Santiago de Compostela


Hoy día 25 de septiembre nos separan veinte kilómetros tan sólo, lejos, muy lejos, los montes de León y el mítico y nevado O’Cebreiro, que franqueamos en Semana Santa. Santiago, la plaza del Obradoiro y la catedral, ante la que nos emocionaremos, seguro, se encuentran aquí al lado. Recorremos el pueblo a la vera de la nacional y giramos a la derecha por la rúa do Concello, donde se encuentra el Ayuntamiento. Avanzamos de frente durante medio kilómetro y al llegar junto al colegio y las pistas deportivas giramos noventa grados a la izquierda. Por una pista de tierra cubierta de hojarasca nos internamos entre un bosque de eucaliptos, que abandonamos para entrar en San Antón, aldea de la parroquia de Arca. El lugar toma el nombre de una capilla asolada por un incendio. Otro bosque nos aguarda a la salida de San Antón. Carballos autóctonos y eucaliptos reforestados, a granel, nos acompañan ahora hasta el núcleo de Amenal, de la parroquia de San Miguel de Pereira. Accedemos por pista asfaltada y pasando el río Brandelos cruzamos la N-547 por un paso bajo, al que le sigue un fuerte repecho que sube a Cimadevila, último núcleo del Concello de O Pino.









La subida continúa durante más de kilómetro y medio pero se torna mucho más asequible. Alcanzada la cota nos dirigimos al pie de la A-54 y la N-634. Ya no nos extrañamos al ver la valla de separación repleta de pequeñas cruces. Forma parte de la idiosincrasia de la peregrinación. Un monolito esculpido con el bordón, la calabaza y la vieira anuncia la entrada en el municipio de Santiago. Rodeamos el perímetro del aeropuerto, dejando a mano izquierda varias hileras de balizas y después de cruzar una carretera secundaria entramos en San Paio, donde hemos almorzado, aldea de la parroquia de Sabugueira.



Afrontamos un breve repecho por pista asfaltada y tomamos la pista de la derecha, que desciende. Tras salvar la variante por debajo seguimos descendiendo por varios núcleos de la parroquia de Sabugueira: A Esquipa y Lavacolla. Tras una curva cerrada pasamos junto a la parroquial de San Paio, que luce inscrito el año de su construcción: 1840. Seguidamente cruzamos la N-634a y cogemos el desvío a Villamaior. En apenas cien metros cruzamos el río Sionlla, conocido como arroyo de Lavacolla, lugar donde los peregrinos se despojaban de sus sucias vestimentas y se lavaban en vistas de su próxima llegada a Santiago 
Por pista asfaltada iniciamos una cómoda subida que finalizará en el esperado Monte do Gozo. Atravesamos primero Villamaior, pasamos junto al centro de la TVG y giramos 90 grados a la izquierda para hacer lo propio junto al centro territorial de RTVE. Giramos noventa grados a la derecha y continuamos hasta la urbanización San Marcos antesala del Monte do Gozo. 



Antes de subir al Monte de Gozo nos desviamos hasta la carretera para ir a comer al restaurante Susos.














Tras nuestro gran ágape de homenaje por casi terminar el camino, subimos al Monte do Gozo y vemos el monumento erigido en el año jacobeo de 1993, el mismo año que se inauguró el cercano albergue de peregrinos, el más grande de todo el Camino y la Capilla de San Marcos. Desde este punto obtenemos la primera panorámica de Santiago y su catedral. 





Descendemos el monte y acto seguido salvamos por un puente la autovía y las vías y progresamos de frente por la prolongada rúa San Lázaro, donde se encuentran el Palacio de Congresos y Exposiciones de Galicia. Enlazamos con la rúa do Valiño y continuamos de frente por la rúa das Fontiñas y rúa dos Concheiros, donde cruzamos la avenida de Lugo. Después la rúa de San Pedro, que finaliza en el cruce con semáforos de la rúa de Aller Ulloa. Por el lugar donde se encontraba la Porta do Camiño entramos en el casco histórico por la rúa das Casas Reais, que sube hasta la praza de Cervantes. Una recta por la rúa da Acibechería nos traslada a la praza da Inmaculada, donde se localiza el monasterio de San Martín Pinario. 




Finalmente entramos bajo el Arco del Palacio por un pasadizo, donde se reúnen a tocar los músicos callejeros, para acceder a la Plaza del Obradoiro, donde la aventura termina. Emoción lo hemos logrado y la fachada no está en obras, nos encaminamos al centro mismo de la plaza, fotos y más fotos, alguna lagrimilla. Es difícil no emocionarse. Llegar a Santiago de Compostela como peregrino es una experiencia inigualable.











Después paseo por Santiago, visita a la Catedral, búsqueda de la Compostela y regreso a casa.



Fin de nuestra aventura. Seguro que vendrán más y os lo contaré......

Tramo 6: Astorga- Sarria

Seis etapas más y completamos 27, Lo hemos realizado entre el 26 y el 31 de Marzo de 2018. Uno de los tramos más bonitos de todo el camino cruzamos el Bierzo y pasar por O’Cebreiro es uno de los momentos más espectaculares del recorrido, pero al mismo tiempo es una de las zonas más difíciles de todo el camino y este año con la nevada más grande de los últimos años, ha sido espectacular y a ratos complicado, en algún tramo hemos tenido que ir por la carretera pues el camino tenia mucha nieve y no pisada precisamente. Hemos entrado en Galicia y nos acercamos a Santiago, cinco ultimas etapas que esperamos completar antes de fin de año.



Etapa 22: Barcelona - Astorga -  Rabanal del Camino
Hemos salido de Barcelona el día 25 de Marzo de 2018 a las 20:20 en el tren-hotel 00922 hasta Astorga, hemos cenado una esplendida cena que nos hemos llevado en el vagón restaurante, algunos pasajeros se han quedado un poco perplejos. Llegamos a Astorga con casi una hora de retraso, comenzamos nuestro primer día a las 6:30 de la mañana









Comenzamos el día 26 de marzo de 2018, saliendo de la estación por la avenida que lleva su mismo nombre continuamos por la Plaza de Porfirio López, pasamos por delante del Palacio Episcopal pasamos junto a la catedral y tomamos la calle Leopoldo Panero hasta la calle San Pedro. Cruzamos la calle por un paso peatonal (N-VI) y tiramos en dirección a Castrillo de Polvazares y Santa Colomba de Somoza por la calle de los Mártires. Primera parada para tomar un café, en el Restaurante Silva. Por un paseo paralelo a la LE-142 bajamos suavemente hasta la altura de Valdeviejas, donde se encuentra la ermita del Ecce Homo, construcción del siglo XVIII que fue restaurada completamente en 2007. 






Dejamos atrás la ermita y salvamos la autovía A-6 (autovía del Noroeste que enlaza Madrid con la coruñesa Arteixo) por un paso elevado. Un andadero al pie de la LE-142 nos espera para conducirnos hasta Murias de Rechivaldo, población maragata.






Nos desviaremos del Camino para visitar la cercana localidad de Castrillo de los Polvazares (Conjunto Histórico Artístico y típico pueblo maragato de calles empedradas y casas de arrieros), en lugar de entrar en Murias de Rechivaldo continuaremos por el arcén de la LE-142 durante un par de kilómetros. 



















Después de visitar el pueblo tomaremos una pista, señalizada, que desemboca en el Camino Francés justo antes de entrar en Santa Catalina de Somoza, donde podemos ver iglesia parroquial de Santa María, como en muchos otros pueblos la calle Real es la sirga peregrinal. 





Atravesamos la población por la calle Real y a la salida recuperamos el andadero de la LE-CV-192 que, de nuevo en un ascenso casi imperceptible, nos acerca hasta la población de El Ganso. Entre medias, una cruz de madera colocada en verano de 2012 sustituyó a la cruz antigua, bastante deteriorada. En El Ganso, giramos a la izquierda para pasar junto a una fuente y la iglesia de Santiago, pero antes nos hemos detenido a almorzar. 



Tras El Ganso nos aguarda el mismo guión: la monotonía del andadero, que en algunos tramos que están por llegar se estrecha y obliga a caminar sobre el asfalto, aunque también se ensancha junto a un pinar. Dejamos a mano derecha el cruce a Rabanal Viejo y Maluenga (Km 20) y, tras el río de Rabanal Viejo, abandonamos la carretera para tomar una senda que sube entre un rebollar. Avanzamos pegados a una valla rematada de cruces hechas con palos, donde algunos peregrinos se detienen a colocar la suya. A mano izquierda se encontraba el monumental roble del peregrino, conocido por el sobrenombre de carballo de Fonso Pedredo. Un mito de la ruta jacobea que fue derribado por el viento en noviembre de 2013 (Km 21,5). Las primeras señales de nieve nos aparecen en el camino y en los prados.





También a mano izquierda dejamos la ermita del Cristo de la Vera Cruz, propiedad de la Junta Vecinal (Km 22,2). Dejamos la compañía de la LE-CV-192, que se funde aquí con la LE-142, para entrar en Rabanal del Camino. 






Después de instalarnos en el Refugio Hostería y comer un buen cocido Maragato hemos descansado con una merecida siesta. A las 19:00 hemos ido a escuchar Cantos Benedictinos del Monasterio del Monte Irago y la Bendición de los Peregrinos en la Iglesia de Rabanal. Después cena en el refugio y como no, nuestro Gintonic, luego a descansar, mañana hay una etapa dura, la cima del camino.






Etapa 23. Rabanal del Camino a Ponferrada.
Día 27 de marzo de 2018, salimos de nuestro albergue y superamos la cuesta de la calle principal de Rabanal del Camino para llegar junto a un lavadero, donde tomamos una pista entre los piornos. Un kilómetro más adelante cruzamos la carretera y seguimos por el camino de la izquierda. Llegamos junto a una fuente abrevadero y subimos un breve tramo hasta la carretera LE-142, buena atalaya para reconocer a lo lejos la silueta de Astorga y las tierras de la maragatería. Un camino que progresa por encima de la carretera, fotocopiando su trazado, nos deja tres kilómetros y medio más adelante en el centro de Foncebadón, pueblo arruinado y asentado sobre el monte Irago resucitado por el paso del camino, la subida ha sido dura, pues el camino estaba con mucha nieve y nos ha costado cruzar. La carretera hubiera sido más fácil como nos aconsejaron.

















Cruzamos Foncebadón calle arriba, entre muros caídos y la iglesia, cuya espadaña y dos campanas reciben siempre las primeras luces del día. A la salida tomamos el camino de la izquierda, que en suave pendiente nos acerca hasta la carretera LE-142, nuestra guía en la etapa de hoy. Por una senda paralela a la carretera y a veces por la carretera, que avanza junto a algún bosquete de repoblación, llegamos hasta la Cruz de Ferro. Situada a unos exactos 1500 metros de altitud (el techo del Camino Francés), no es más que una pequeña cruz de hierro aupada por un desproporcionado mástil de madera. De espaldas a la cruz es tradición arrojar una piedra al montón ya levantado. Un gesto calcado al que hacían los segadores gallegos cuando se desplazaban a Castilla para trabajar en los campos de cereal y también los arrieros y los pastores trashumantes. 
Junto a la cruz se erigió en 1982 una capilla consagrada a Santiago Apóstol. Desde este punto retomamos la marcha por la carreta LE-142 pues la senda tiene unos 50 cm. de nieve. 











Dos kilómetros y trescientos metros después de la Cruz de Ferro nos plantamos en el refugio de Manjarín, el albergue más peculiar del Camino gestionado por Tomás Martínez, el hospitalero templario. El ambiente de puertas adentro es mejor descubrirlo por uno mismo. Hay que entrar a tomar un café. En la entrada, unos tablones decorados informan sobre las distancias desde Manjarín a diferentes puntos como Santiago de Compostela, Jerusalén, Roma, etc. En el interior de la cabaña se despliega un pequeño bazar donde comprar algún recuerdo que mantenga vivo Manjarín. Mientras algunos curiosean los objetos o se sirven café del termo, Tomás se encarga de sellar credenciales bajo una atmósfera cargada del humo de la hoguera. También, una pizarra en el interior de la cabaña muestra los diferentes trabajos que se llevan a cabo desde su apertura hasta el cierre y silencio: oración, limpieza, recogida de leña, etc.





Algo más de 7 kilómetros separan el refugio de Manjarín de El Acebo. Hemos continuado por la carretera. En los primeros 3,5 kilómetros se llanea e incluso se sube levemente. En ellos dejamos a un lado la Base militar de Transmisiones, situada bajo Peña Llabaya y abandonada en 1990. Un kilómetro más adelante de la Base comienza realmente el descenso con vistas a Ponferrada (desde la distancia se distingue en ella una mancha negra que corresponde a la torre de la Rosaleda de más de 100 metros). A falta de 1, 5 km. del Acebo hemos retomado la senda, hemos evitado la nieve y una fuerte pendiente pedregosa.






Entramos en El Acebo, la primera localidad de El Bierzo. Documenta Juan Uría que los vecinos de esta localidad estuvieron libres de impuestos a cambio de colocar ochocientas estacas para indicar el camino a los viajeros. En este núcleo berciano rodeado de piornos y pastos, hemos comido en un mesón el menú del peregrino. El Acebo es un estético pueblo cuya arquitectura popular de tejados de pizarra y el acento de sus habitantes indican que ya estamos plenamente en El Bierzo. La Calle Real es de las más pintorescas de León.





Saliendo de El Acebo nos topamos con una gráfica escultura realizada por Eulogio Pisabarros en memoria de Heinrich Krausse, peregrino alemán que falleció realizando el Camino en bicicleta. En lugar de transitar por el camino seguimos por la propia carretera durante casi dos kilómetros. Después retomamos la senda paralela para llegar a Riego de Ambrós.










Atravesamos Riego de punta a punta (esta población del municipio de Molinaseca tiene unos 600 metros de largo), pasando junto a la plaza San Sebastián, Tejados de pizarra y balconadas de madera dan paso a una senda, que desciende bajo los castaños. Ya en campo abierto llegamos de nuevo junto a la carretera que volvemos a dejar para iniciar un descenso tortuoso que dejará su impronta en nuestros músculos, sobre todo del cuádriceps. A la vera de algunos chopos, alimentados por el arroyo de la Pretadura, desembocamos en la LE-142 y continuamos por ella.
Al pie de la carretera está el Santuario de la Virgen de las Angustias, de finales del XVII y que cede el paso al puente medieval sobre el río Meruelo, por el que entramos en Molinaseca, el puente tiene siete arcos y su anchura varía entre los 2,6 y los 4 metros.





Cruzamos la localidad por la calle Real o del Camino de Santiago que desemboca en la avenida de Fraga Iribarne, junto a la LE-142.




Hemos continuado por la carretera no hemos visto el camino que va cerca del rio Meruelo, nosotros hemos continuado por urbanización Patricia acercándonos rápidamente a Ponferrada. La última gran ciudad -casi 69.000 habitantes en 2009- antes de llegar a Santiago. La capital del Bierzo está emplazada en un antiguo castro y sufrió diferentes invasiones y destrucciones. Durante la ocupación romana fueron famosas sus minas de oro. En 1082, el puente de madera sobre el río Sil es reforzado con hierro, material muy abundante, dando el nombre de Pons Ferrata a la ciudad. El Castillo de los Templarios es un testimonio soberbio de lo que significó esta controvertida orden de monjes guerreros en Ponferrada. Es uno de los ejemplos más bellos de la arquitectura militar en España. Se ha convertido en la meca de los amantes de los templarios y de sus ritos de iniciación. La Basílica de Nuestra Señora de la Encina, patrona del Bierzo, es de transición gótico renacentista, tiene una elevada torre y el interior consta de una sola nave.






Nos hemos alojado en el Hotel los Templarios y cenado muy bien en Ponferrada, luego nos hemos tomado nuestro habitual Gintonic, he descubierto la Tónica Bliss, en Marita Gin en Ponferrada, excelente.






















Etapa 24. Ponferrada - Villafranca del Bierzo 

Dejamos Ponferrada, hoy día 28 de marzo por la Plaza Virgen de la Encina y bajamos por las escaleras de la calle el Rañadero. Llegamos a la avenida de la Puebla, donde cruzamos el río Sil. Posteriormente giramos a la derecha por el Pasaje de Teléfonica, siempre paralelo al rio, hasta la avenida de las Huertas del Sacramento, donde se encuentra la Fuente de las Pimenteras. Más adelante, al llegar a la glorieta donde se alza el monumento a los Donantes de Sangre, se dobla a la derecha por la avenida de la Libertad. En el número 46 se encuentra el Museo Nacional de la Energía, un espacio de divulgación científica.




La salida de Ponferrada es un largo rodeo ya que en lugar de avanzar hacia el oeste lo hacemos hacia el norte, donde se encuentra Compostilla, que es un barrio de Ponferrada creado para dotar de viviendas, muchas de ellas unifamiliares, a los trabajadores de la Central Térmica de Endesa. Nos da la bienvenida el local de la Cruz Roja y posteriormente un pasadizo por el que llegamos a la plaza del Ayuntamiento. Junto a la capilla neorrománica seguimos de frente por la IV Avenida, después viramos a la izquierda y de inmediato a la derecha por la Tercera Transversal, donde pasamos unas pistas de tenis y el campo de fútbol. Abandonamos definitivamente Compostilla por una pista asfaltada y salvamos la N-VI por un túnel. Pasamos la iglesia de San Esteban y las primeras casas de Columbrianos.






Pasada la iglesia de San Esteban descendemos suavemente para cruzar la CL-631 y entrar así en el núcleo poblacional. Junto a la capilla de San Blas y San Roque dejamos Columbrianos por la pista asfaltada que brota a mano izquierda. 






El Camino continúa entre unifamiliares y pequeñas parcelas. A la entrada de Fuentes Nuevas, un crucero con las figuras de Santiago Peregrino y Cristo Crucificado da la bienvenida a los caminantes. Entramos por la calle Valiña, donde está situada la ermita del Divino Cristo y a su vera un bar muy frecuentado por los peregrinos, bar la Ermita, donde nosotros también hemos desayuno, curioso sello que es además el emblema del bar.







Dejamos Fuentes Nuevas y, de nuevo, por pista asfaltada progresamos hasta la localidad de Camponaraya. Atravesar Camponaraya (cerca de 1,5 kilómetros de longitud) nos cuesta unos veinte minutos, cruzando el río Reguera del Naraya. Ponemos fin a esta población de servicios de casi 4.500 habitantes junto a una cooperativa de vino y un área de descanso. Por una pista de gravilla alcanzamos la autovía A-6, que sorteamos por un paso elevado. Dos kilómetros y cuatrocientos metros más adelante se cruza con cuidado una carretera y se avanza por el arcén de otra hasta el solar del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo. El Camino desciende y entra en Cacabelos por la calle Cimadevilla. 





Pasada la iglesia de Santa María -conserva el ábside románico- progresamos hasta el río Cúa, afluente del Sil.
Tras cruzar el río Cúa nos encontramos con el Santuario de la Quinta Angustia, en cuyo perímetro se encuentra el albergue de peregrinos. 





Hasta Pieros hay que sudar un exigente repecho por el arcén de la carretera LE-713 o antigua N-VI (tiene ambas denominaciones). Pasamos Pieros, con albergue y bar-cafetería, por el arcén, dejándolo a la derecha, y continuamos a la vera de la carretera. Más adelante, en el cruce a San Clemente, hay una señal que nos anima a tomar la variante de la derecha que se acerca a Valtuille de Arriba. Discurre por caminos aunque no es la oficial y es algo más larga. El recorrido oficial continúa por el arcén de la carretera, que después de un tramo ondulado se abandona por la derecha atendiendo a la señalización de un mojón jacobeo.
Por un camino de gravilla, apodado de La Virgen, pasamos junto al estudio de escultura A. Nogueira y afrontamos una fuerte subida que da paso a varios toboganes hasta las primeras casas de Villafranca del Bierzo. Ya en descenso pasamos el albergue municipal (a la derecha), luego la románica iglesia de Santiago, templo románico lombardo de una sola nave y con la magnífica portada del Perdón. El Papa español Calixto III concedía a los peregrinos enfermos o impedidos que pasaban por esta puerta las mismas indulgencias que si hubieran llegado a Santiago y de inmediato el refugio Ave Fénix. 




Llegamos junto al castillo y, a mano derecha, bajamos unas escaleras y proseguimos por las calle Salinas y Rinconada Salinas hasta la Plaza Mayor. Donde hemos comido, excelente menú Peregrino en El restaurante el Casino.



El origen de Villafranca del Bierzo se remonta a las comunidades de francos, comerciantes extranjeros que se establecieron con Alfonso VI y, sobre todo, a la fundación de una comunidad de monjes cluniacenses en el año 1070. En el siglo XII la mitad de la población era extranjera. La calle del Agua atraviesa la ciudad de una a otra parte y en ella están situados varios palacios, de estilo italiano, y el convento de San José. El castillo de los Marqueses de Villafranca (s. XVI) es privado y tuvo mucha relación con la historia del pueblo. El convento de la Anunciada de 1606 se erigió sobre el antiguo Hospital de San Roque y la tradición dice que San Francisco de Asís se hospedó en él. Villafranca también tiene una bonita Plaza Mayor, una Alameda de estilo francés y un paseo fluvial a orillas del río Burbia, que recibe las aguas del Valcarce. 
Nos hemos alojado en el Hostel Venecia Bed&Breakfast. N-VI 5ª, calle Peña Picon, Edificio Venecia, Villafranca del Bierzo.

Por la tarde paseo por las calles de Villafranca del Bierzo, por la noche cena en el Mesón Don Nacho, en la calle Troqueles.



























Etapa 25. Villafranca del Bierzo - Las Herrerias, 
Salimos hoy día 29 de marzo de 2018 de nuestro Hostel, por la carretera N-VI y atravesamos el túnel, que a pesar de ser solo para coches, debido a la autovía se ha convertido en una carretera de acceso a Villafranca del Bierzo, nos hemos ahorrado así más de un kilómetro, pues no hemos vuelto a entrar en Villafranca. 





De esta manera llegamos a un carril peatonal, algo parecido a una pista de bobsleigh y protegido por un muro que no llega al metro de altura, que avanza encajonado entre la autovía A-6 y la N-VI. Pasamos bajo varios viaductos de la A-6 antes de tomar el desvío a Pereje, a la altura del p.k 410 de la N-VI. Cruzamos con precaución la nacional y por la carretera de acceso, escoltados por los chopos de la ribera del Valcarce y por castaños de gran porte, llegamos a la primera localidad del día. Entramos en la capilla que unos voluntarios hoy tienen abierta.





Atravesamos la localidad a la salida a mano izquierda retomamos el carril peatonal. Un kilómetro y seiscientos metros más adelante se encuentra el área de descanso de Trabadelo y un kilómetro más arriba cruzamos de nuevo la N-VI para tomar el desvío a esta población. Flanqueados de nuevo por el bosque de ribera del Valcarce, con soberbios castaños, avanzamos hasta Trabadelo.











Dejamos la población, dejando a la derecha el desvío a Pradela y Sotelo, y esta vez no retornamos inmediatamente a nuestra pista de bobsleigh, sino que caminamos cerca de kilómetro y medio por una pista asfaltada, por encima de la nacional. Superado un arroyo que alimenta al río Valcarce volvemos al reencuentro del carril peatonal, al borde de la N-VI. Un kilómetro y setecientos metros más de tedioso carril nos sitúan en La Portela de Valcarce. La iglesia de San Juan Bautista pertenece al estilo barroco popular y data de los siglos XVII y XVIII. Es de planta rectangular, tiene una sola nave y espadaña. En la población, a orillas del río Valcarce, aún se conserva una herrería del XIX. Hemos almorzado en Albergue Bar Pensión Puente Peregrino. 














Tras La Portela, apenas transitados 300 metros en compañía de la N-VI, tomamos el desvío hacia Ambasmestas, y Vega de Valcarce. Primero llegamos a Ambasmestas, confluencia de los ríos Balboa y Valcarce, en Ambasmestas podemos ver la iglesia de Nuestra Señora del Carmen es de planta rectangular y una sola nave y alberga un retablo barroco. Se conserva un pajar del siglo XIX, en dos alturas y cubierto por losas.



Continuamos hasta la Vega de Valcarce, población con su iglesia de la Magdalena. 



Por la carretera antigua que traemos, paralela a la N-VI, nos dirigimos ahora hasta Ruitelán. A estas alturas de etapa tan sólo hemos ganado 171 metros de altitud. La base del puerto está cerca. A la salida de Ruitelán la pendiente se recrudece un poco, tan sólo un pequeño aperitivo de lo que vendrá después. Algo más arriba, a la izquierda, tomamos el desvío que baja hasta Las Herrerías. Antes de llegar a este pequeño núcleo cruzamos el río Valcarce por un puente de piedra. Las Herrerías es un pequeño núcleo que debe su nombre a las cuatro herrerías donde trabajaban el hierro y otros metales. También en A Casa do Ferreiro puede verse una antigua fragua restaurada. Como una continuación de Herrerías, el barrio de Hospital toma su nombre de un antiguo hospital creado en el 1178 para los peregrinos ingleses. La iglesia de San Julián es barroca del XVIII. 





Nos alojamos en Casa do Ferreiro – La Fragua. Camino de Santiago, 41 Las Herrerías. Donde comemos y cenamos. Día lluvioso y solo una pequeño paseo por el pueblo, el hospedaje maravilloso.






Etapa 26. De Las Herrerias - Fonfria


Hoy día 30 de Marzo de 2018, se presenta muy duro, llueve en Las Herrerías y en O Cebreiro parece que está nevando. Cruzamos Las Herrerías, hasta el barrio de Hospital, una continuación del núcleo anterior que toma su nombre del antiguo hospital para peregrinos ingleses. Al abandonar este conjunto de casas comienza la verdadera ascensión a O Cebreiro. 









Un duro repecho por asfalto, como salido de la nada, de casi un kilómetro nos invita a plantear la estrategia, que consistirá en bajar el ritmo, acortar los pasos y acompasar la respiración. En estas circunstancias es donde el peso de la mochila juega un papel determinante. En plena subida, deberíamos tomar la senda que nace a la izquierda de la pista asfaltada sin embargo la nieve de los últimos días y la previsión del día nos aconseja continuar de frente por asfalto. Las amplias panorámicas de las montañas nevadas o muy nevadas son espectaculares, la pendiente se torna ligeramente más suave hasta alcanzar el último pueblo de León en el Camino de Santiago Francés: Laguna de Castilla, donde almorzamos. 














































Continuamos por la carretera, la nevada es copiosa y el camino esta impracticable. Por fin pisamos Galicia y, en concreto, Lugo. Fatigados, solventamos el último kilómetro hasta la iglesia prerrománica de Santa María la Real, que da la bienvenida a O Cebreiro. O Cebreiro es un poblado de piedra, probablemente de origen prerromano, y portal de Galicia por la provincia de Lugo. Es otro de los lugares míticos del Camino y corona, a 1.300 metros de altura el macizo galaico-leonés. Todo en este paraje es mágico y misterioso. Es uno de los primeros enclaves que acogió a los peregrinos en su ruta a Santiago. Destaca el simple y primitivo templo prerrománico de Santa María la Real, de los siglos IX y X. A la derecha del altar mayor se encuentra la capilla del Santo Milagro, donde está la imagen de la Virgen de los Remedios (Santa María la Real). En el altar yace el sepulcro de don Elías Valiña, párroco de O Cebreiro desde 1959 hasta su fallecimiento en 1989, incansable impulsor del Camino y creador de la flecha amarilla. El pueblo comenzó a restaurarse a mediados de los 60 y también las pallozas: antiguas viviendas prerromanas de planta circular u ovalada formadas por paredes de piedra y techo de tallos de centeno. 















Muchos lugareños han subido a disfrutar de un día de nieve, los niños se deslizan con los trineos por la montaña. 
La nevada es intensa y no nos queda más remedio que seguir por la carretera, las quitanieves pasan continuamente limpiando la carretera, hay que estar muy atentos para que nos vean y no nos atropellen. El paisaje nevado es increíble, La LU-633, es nuestra fiel acompañante durante la etapa de hoy. La carretera LU-633 nos aproxima hasta Hospital el segundo núcleo habitado de la jornada que lleva por sobrenombre "de la Condesa". La nieve era tan abundante que no hemos entrado al pueblo a pesar de que nos apetecía comer algo. 
La LU-633 nos acerca a Padornelo. Es el reino de la piedra y las losas de pizarra. A la salida de esta pequeña parroquia afrontamos una durísima aunque breve cuesta por la que alcanzamos el alto do Poio. Donde por fin paramos a comer. Más de tres kilómetros por la LU-633 nos separan de la siguiente población. En todo este tramo prácticamente llaneamos porque tan sólo descendemos 45 metros de altitud. Así llegamos a Fonfría, núcleo también de Pedrafita do Cebreiro, donde nos alojamos en el Albergue A Reboleira, C/ Camino de Santiago, 15. La iglesia parroquial, consagrada a San Xoán, es del siglo XVI y fue ampliamente reformada en el año 64. Como el resto de esta zona de montaña fue construida en piedra y cubierta por losas de pizarra.










Etapa 27. Fonfria - Sarria

El día 31 se ha levantado con ligera nieve. Salimos del albergue por el garaje lateral, la puerta de entrada esta bloqueada con más de 60 cm de nieve. Salimos de nuevo a la carretera y Fonfria nevada es una estampa en blanco y negro espectacular, su iglesia parroquial luce con la nieve de forma especial. 











Seguimos por nuestra inseparable LU-633, que nos lleva por el Concello de Triacastela, donde el descenso comienza a hacerse patente y la nieve va dejando paso al verde de los prados. De frente el monte Oribio, de 1443 metros de altitud. A la derecha, en el fondo del valle, se encuentra Triacastela. No hemos seguido el camino que pasa por O Biduedo y Filloval pues la nieve en el mismo es mucha y prácticamente va bordeando la carretera.






Por fin retomamos el camino cerca de Pasantes, estirada aldea con capilla que atravesamos. 








La jornada continúa hasta la aldea de Ramil, con castaño centenario al borde del camino, y casi pegada a Triacastela. 










Hemos desayunado en Triacastela, en el restaurante O’Peregrino y hemos comprado un queso y unos chorizos en una feria gastronómica para la cena.






Atravesamos Triacastela por la calle central hasta la salida de la población. El Camino se bifurca desde aquí a Sarria y hay que escoger uno de los itinerarios. A mano izquierda, por la LU-633, progresa el trazado hasta Samos y su monasterio benedictino y de allí continúa hasta Sarria. A mano derecha parte el itinerario por San Xil, 6,5 kilómetros más corto aunque supera un desnivel de 238 metros los primeros 5,5 kilómetros. Con la idea de ver la feria hemos andado unos metros por el camino de Samos, pero hemos retrocedido para tomar la de San Xil, tras un corto tramo, abandonamos la carretera por la derecha para seguir por una pista asfaltada. 






Posteriormente cogemos un camino que conduce hasta A Balsa. Por cuesta más pronunciada continuamos rodeados de frondosos robles hasta desembocar de nuevo en la carretera, justo a la altura de la Fonte dos Lameiros, el camino mojado y barroso se está haciendo pesado y largo. Hoy no avanzamos, nuestra media se está resistiendo.









Un buen repecho por asfalto nos deja a la altura de San Xil. El itinerario continúa su ascenso por la carretera, al principio en falso llano para endurecerse después, hasta las inmediaciones del alto de Riocabo. 






En el alto dejamos la carretera para disfrutar el tramo más bonito de la etapa. Pasillos cerrados de castaños, robles, y abedules nos escoltan. La bajada a Montán - una aldea que apenas se roza - es peligrosa ya que el piso está formado por lajas de piedra. Continuamos el descenso hasta la aldea de Fontearcuda, donde el mojón jacobeo nos anuncia los 121,5 kilómetros.




El Camino baja de Fontearcuda hasta la carretera y ésta se cruza.  Salvamos un arroyo y avanzamos por la senda que sale de nuevo a la carretera. Por asfalto llegamos finalmente a Furela. Las tupidas manchas de robles y castaños dan paso a los prados. En Furela podemos recuperar fuerzas en el bar situado al pie de la carretera hemos parado a comer en “casa do Franco”.





Atravesamos por medio de la población y cruzamos la carretera junto al cartel que anuncia la entrada al Concello de Sarria. Un kilómetro resta para llegar a Pintín. El Camino sigue arrimado a la carretera LU-5602 y un kilómetro más adelante la cruza para internarse fugazmente por un tramo boscoso que ataja una curva prolongada. Bajamos de nuevo a la carretera y pasamos en breve junto al albergue público de Calvor. Quinientos metros después nos desligamos brevemente de la LU-5602 para entrar en Aguiada. Tras la población regresamos a los brazos de la carretera por una senda paralela. 




Con vistas de Sarria, el andadero de tierra sigue progresando al pie de la LU-5602 por pequeños toboganes. Entramos así en Sarria topándonos con el primer albergue. No en vano esta capital de Concello ostenta el mayor número de albergues del Camino Francés y es el lugar escogido por muchos caminantes para iniciar la peregrinación, ya que se encuentra en la distancia ideal para conseguir la Compostela. La rúa José Sánchez nos deja al pie de la rúa Calvo Sotelo, antes detenernos a comprar una empanada para la cena en la Panaderia Pallares, es la más antigua de la provincia de Lugo y de las más antiguas de Galicia, C/ Matías López Nº94, curioso el museo del Pan. De aquí a la estación nuestro tren sale a las 19:54, es el 00921, llegando a Barcelona el 1 de Abril a las 8:49. Por fortuna el coche cama dispone de ducha y podemos aliviar el cansancio del día, cena con nuestras compras y a descansar.












Poco más de 100 Km. nos separan de Santiago, 5 jornadas que haremos si todo va bien para el mes de Septiembre, será nuestro tramo 7.




Tramo 5: Sahagún - Astorga.
Cuatro etapas más y serán ya 21. Lo hemos realizado entre el 3 y el 6 de Enero de 2018. Hemos salido de Barcelona el día 2 de Enero de 2018 a las 20:20 en el tren-hotel 00922 hasta León, la experiencia de viajar en litera nos ha recordado épocas pasadas donde esto era más habitual, actualmente estos trenes ya no circulan prácticamente en ningún lugar de Europa y los que van quedando son turísticos, pero hay que recordar que aún no hace mucho el vagón restaurante (no cafetería) daba cenas a la carta, debería ser muy interesante. Una vez en León hemos cogido el tren regional 18002, a las 6:32 que nos ha dejado en Sahagún a las 7:05, comenzando así nuestra primera etapa.




Etapa 18: Barcelona - Sahagún - Mansillas de las Mulas

Cruzamos Sahagún aún de noche, nos ha dejado el tren a las 7:05 y el sol no sale hasta las 8:45 como los monumentos están iluminados podemos ver el arte mudéjar en las iglesias de San Lorenzo, fue construida en el siglo XIII y lleva el sello de los alarifes mudéjares. Torre de cuatro cuerpos, planta basilical (sin transepto que divida las tres naves del presbiterio), tres abombados ábsides decorados en arquería ciega y ladrillo, mucho ladrillo, definen esta iglesia y San Tirso, levantadas por alarifes que prescindieron de la piedra y armaron sus obras con ladrillo. También, al final de la calle Antonio Nicolás, podemos ver el arco barroco de San Benito del siglo XVII y sustituyó a una puerta románica del ruinoso y desaparecido monasterio de San Benito. 




















Despedimos Sahagún, salvando el río Cea, afluente del Esla, por el puente Canto, continuamos la jornada por un paseo arbolado y paralelo a la carretera de acceso a la N-120. Al pie de la carretera nacional, antes de pasar el desvío a Mayorga, desaparecen los árboles y el paseo se convierte en un andadero. Rozando la vegetación que nos separa de la carretera salvamos un arroyo y medio kilómetro después cruzamos la N-120. En breve, junto a una marquesina, un cartel de piedra advierte, de la doble alternativa que se presenta: de frente se continúa por el Real Camino Francés hacia Bercianos y el Burgo Ranero. Hacia la derecha, salvando la autovía A-231 por un puente, se accede inmediatamente a Calzada del Coto y desde esta población a Calzadilla de los Hermanillos. Ambas rutas se juntan de nuevo en la siguiente jornada. 





Continuamos de frente por el Real Camino Francés se trata de un carril de tierra, construido ex profeso para los peregrinos. Hacia el Km 8,5 vemos en una explanada la ermita de Nuestra Señora de Perales conocida popularmente como La Perala. Una inscripción rememora que quién rezase una salve a la Virgen de Perales obtendría 40 días de indulgencia. Más adelante, tras cruzar un arroyo y dejar a un lado la cruz en recuerdo del peregrino alemán ManfredKress, entramos en Bercianos del Real Camino.






A la entrada de Bercianos nos saluda una fuente decorada con una vieira. Atravesamos la localidad por su calle Mayor en compañía del adobe, material básico de la arquitectura tradicional de estos primeros pueblos leoneses. Hemos desayunado en el albergue Santa Clara, regentado por una Catalana y un Leones que nos han sorprendido con una excelente tortilla de patatas y una tostada con tomate y aceite. Dejamos el pueblo para retomar la pista tras dos kilómetros llegamos junto a un área de descanso situada junto al arroyo del Olmo. 
Después, la pista avanza hasta un viaducto de la autovía A-231 (Km 15,7) y posteriormente hasta El Burgo Ranero. Cruzamos una carretera para entrar en esta localidad a la altura de un crucero en memoria de los niños. Hemos parado para comprar unos bocadillos en el restaurante el Peregrino, pues era algo pronto para comer. 






A la salida de El Burgo nos encontramos con la laguna de la Manzana. Son relativamente abundantes en estos confines de Tierra de Campos y fueron utilizadas hasta hace bien poco como abrevadero para los animales. Hoy constituyen el hábitat de determinadas especies de anfibios, rapaces y anátidas. Retomamos la pista arbolada del Real Camino Francés por un paisaje de impresionantes llanuras cultivadas, de escasas ondulaciones y casi deforestadas. Paramos a comer en una de las numerosas zonas de descanso. En media hora larga de monotonía dejamos a mano izquierda una pista y escuela de ultraligeros (Km 24,6) y un kilómetro más adelante el desvío a Villamarco (Km 25,6). La ley de la línea recta nos ofrece un respiro cuando la pista dibuja una curva y salva por debajo las vías del tren (Km 28,2). En la vaguada posterior pasamos el arroyo de Valdearcos y tras superar un leve repecho nos dejamos caer hasta la población de Reliegos, agazapada hasta el último momento. En la misma entrada hay unas bodegas tradicionales en ladrillo y adobe, usadas para conservar el vino pero fundamentalmente como lugar de encuentro. Estas cuevas fueron antiguas bodegas, que nadie usaba pero que en las últimas décadas han sido recuperadas, conservando su función de guardar vino pero ante todo sirviendo como lugar de reunión. Este sentido lúdico al espacio ha logrado que se sucedan ejemplos de bodegas coquetas, en las que ya no se degusta el vino híbrido de calidad justa, pero sí la variedad más moderna de prieto picudo.




Paramos a tomar café en uno de los bares más curiosos del camino, el bar la Torre o el bar de Elvis, regentado por Eusignio Prieto, Sinin, todo un personaje. 


Atravesamos Reliegos de punta a punta, olfateando la pista arbolada por la calle Real, donde impactó un meteorito en 1947. Dejamos el frontón a un lado para sumergirnos junto a los falsos plátanos en las llanuras de cereal, decoradas por estructuras gigantes de riego por aspersión. El refrán "de Reliegos a Mansilla, la legua bien medida", establece la distancia de una legua (entre 5.573 y 5.914 metros) entre ambas localidades. 


Casi cuatro kilómetros después de Reliegos, tras pasar bajo las torres de línea eléctrica, hay un área de descanso al borde de la pista arbolada (Km 34,6). Damos el adiós definitivo a la pista artificial y al día pues se nos ha ido la luz, salvamos la N-601 (carretera Adanero - León) por un viaducto y sorteamos un canal de riego para entrar en Mansilla de las Mulas. Descubrimos la antigua ciudad amurallada al traspasarla, en cal y canto rodado. En la calle Santa María asoma la torre de la iglesia. Casi 37 Km, una etap muy dura.
Nos alojamos en Casa de los Soportales, estupendo y cenamos en el Restaurante la Curiosa, muy recomendable.


Etapa 19: Mansilla de las Mulas - León
Etapa realizada el 4 de Enero de 2018, corta 18 km. Salimos de nuestro alojamiento a las 8:30, por el Arco de Santa Maria o la Puerta del castillo, que es la puerta principal de la muralla, el Camino atraviesa Mansilla y conduce hasta el puente sobre el Esla, el latino Astura. 


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Nada más cruzar el puente hay que tomar un camino que nace a la izquierda y que avanza paralelo  a  la N-601, junto a las acequias. Así, llegamos en una hora a Villamoros de Mansilla.

A la entrada dejamos la protección del camino para tomar el arcén de la N-601. Pasamos Villamoros por la carretera y de nuevo por la senda paralela llegamos hasta Puente Villarente, donde cruzamos el río Porma, por una pasarela peatonal que nos permite ver el puente sobre el río Porma de origen medieval (ya se menciona en el Codex Calixtinus del siglo XII) por donde circulan los vehículos por la N-601, que parte en dos esta localidad. 

















Si transitamos por la acera de la izquierda, al llegar a una oficina de Caja España nos encontramos con el Horno de Eladia donde hemos parado a desayunar. Cruzamos por el paso de peatones y continuamos por la acera derecha. A la altura del Restaurante Avellaneda nos distanciamos un poco de la N-601 para tomar una pista que nace a nuestra derecha (Km 7,3). Por ella salvamos el canal de Arriola, cruzamos más adelante la carretera que se dirige a Sanfelismo y continuamos de frente. Tras un repecho, a cuyo comienzo han habilitado un área de descanso cubierta, alcanzamos Arcahueja.






Después de esta población el tramo se recrudece con varios toboganes. Dejamos a un lado el desvío a Valdelafuente (Km 11,9), coronamos un pequeño repecho y seguimos hacia un polígono situado al pie de la N-601. Por una pasarela peatonal, habilitada a comienzos de 2010, salvamos el nudo viario de la N-601 y vamos en dirección a Puente Castro, barrio de León separado de la urbe por el río Torío. Entramos en Puente Castro por la calle Simón Arias, cruzamos la avenida de Madrid (Km 16) y seguimos a la derecha por Victoriano Martínez y plaza Tomás Mallo, para llegar hasta una pasarela y cruzar el río Torío. A la derecha de ésta se encuentra el puente de piedra del XVIII. León tuvo su origen en el asentamiento definitivo de la legión romana VII Gemina hacia el año 74 de nuestra era. Fue una importante ciudad romana que en el año 712 fue conquistada por los árabes y permaneció bajo el dominio musulmán hasta el 853, año en que Ordoño I la recuperó, repobló e incorporó al Reino de Asturias. Bajo el reinado de Ordoño II, León se proclamó capital de su propio reino y con los años llegó a aglutinar lo que hoy es Galicia, parte de Portugal, Asturias, Cantabria y gran parte de Castilla y León.




Superado el cauce, ya en León tomamos de frente la calle del Alcalde Miguel Castaño y continuamos por ella durante 600 metros hasta la avenida de doble carril de Fernández Ladreda. A partir de este cruce el itinerario urbano va en busca de la Catedral y nuestro Hotel (QH Centro de León) que está en una de las esquinas de la Catedral, antes hemos parado a picar algo en el Bar Quiñones, económico y con unas tapas excelentes.
La tarde nos permitirá después de una refrescante ducha visitar la Catedral de León llamada la catedral de Santa María (s. XII-XIII), conocida también por el sobrenombre latino de Pulchra Leonina, es de estilo gótico y comenzó a construirse hacia el año 1205. Está inspirada en la catedral francesa de Reims y su interior es grandioso, lleno de armonía gótica y sus vidrieras cubren una superficie de 1.800 metros cuadrados. La fachada principal, la que mira a occidente, obsequia al visitante con triple portada, rosetón y dos torres: la de las Campanas y la del Reloj, la Real Basílica de San Isidoro uno de los grandes tesoros del románico español que se compone de la propia iglesia, el Panteón Real y un museo. El Panteón fue construido en 1063 y la iglesia, que sustituyó a la anterior mozárabe, se consagró en 1149, la casa Botines de Gaudí, y dar un paseo por sus calles tomar un vino en el famoso Barrio Húmedo y cenar un suculento chuletón en el restaurante la parrilla del Húmedo, y sin olvidar el gintonic.




































Etapa 20: León - Hospital de Orbigo

Salimos de León el dia 5 de Enero de 2018 a las 7:00 siguiendo el camino desde la Catedral y pasando por Real Basílica de San Isidoro, preciado monumento de origen románico que surgió como monasterio consagrado a San Pelayo. De la calle Ramón y Cajal giramos a la izquierda por la calle de Renueva y siempre de frente enlazamos con la avenida de Suero de Quiñones hasta alcanzar el Hostal de San Marcos, hospital de peregrinos en la Edad Media y hoy Parador de Turismo y Museo. Comienza a llover ligeramente (Km 2,3).

Cruzamos el río Bernesga, afluente del Esla, junto al Hostal y continuamos rectos por la avenida de Quevedo. Ésta avenida, siempre de frente, nos lleva a coger la avenida del Párroco Pablo Díez. Sin pérdida alguna llegamos hasta una pasarela peatonal sobre las vías, que cruzamos para entrar en Trobajo del Camino.

Continuamos la marcha por la misma avenida del Párroco Pablo Díez y en la acera de la derecha se puede ver la sobria ermita en ladrillo y canto de Santiago Apóstol del XVIII. Continuamos por esta calle aunque el camino gira a la izquierda, pues nos paramos a desayunar en un bar que está en esta calle Los Fogones de Isis, churros y Torrijas, seguimos subiendo por la calle hasta cruzarnos con la calle Camino de la Cruz, que tomamos a la derecha junto a unas bodegas. 


Entramos de inmediato en un polígono industrial (Km 5,7) que termina junto a una gasolinera y al borde de la N-120. Con cuidado, por el arcén y junto al denso tráfico de esta carretera nacional entramos en Virgen del Camino.



Se trata de una localidad satélite de León partida en dos por la N-120. Dejamos a un lado la fuente El Cañín y observamos en la pista asfaltada una serie de pintadas, que indican hacia la izquierda la bifurcación hacia Villar de Mazarife , continuamos de frente, pasando al lado del cementerio y por una vía de servicio junto a las últimas naves. Un camino en paralelo a la N-120 conduce hasta un túnel  bajo la A-66, tras el cual giramos a la derecha para subir hasta una antena rodeada de arbolado disperso. De aquí bajamos suavemente hasta unas naves industriales y enlazamos con el andadero paralelo a la N-120, que no abandonaremos hasta el final de etapa. Una salida de una gran ciudad de lo más feo del Camino. Nos encontramos en tierras del páramo, terreno raso y desabrigado. Inmediatamente entramos en Valverde de la Virgen.




Atravesamos Valverde a la vera de la N-120 y a la salida retomamos el andadero hasta la siguiente población, también partida por la nacional: San Miguel del Camino. Donde hemos parado a almorzar y a tomar algo caliente, pues la lluvia no nos ha abandonado toda la mañana, hemos parado en el Yantar del Peregrino. Al salir ha dejado de llover.
Después de atravesar San Miguel del Camino volvemos al monótono andadero, surcando el páramo entre la N-120 y la cercana AP-71 que progresa a nuestra izquierda. Una hora y tres cuartos después entramos en Villadangos del Páramo, cuyas primeras casas se hayan en una pequeña vaguada. Entramos pegados al colegio Santiago Apóstol y pasamos junto al albergue de peregrinos.




Cruzamos la N-120 para coger la calle Real, bajamos hasta cruzar un canal de riego y continuamos entre chopos durante no más de 400 metros para volver a la compañía de la sonora N-120. A partir de este punto se puede continuar por la derecha de la nacional o por su izquierda, ya que hay andadero a ambos lados. Una recta de 3,8 kilómetros nos lleva hasta el centro de San Martín del Camino, que destaca a lo lejos por su peculiar depósito de agua, la recta es interminable y el depósito no llega nunca.









Antes de abandonarla comemos en el Bar los Picos justo enfrente del depósito, continuamos luego por la N-120, pasado el canal del Páramo y el cartel de fin de población, giramos a la derecha e inmediatamente a la izquierda para tomar el andadero de gravilla fina que avanza paralelo a la carretera nacional. Campos de cultivos regados gracias a una buena red de canales y acequias serán precioso en primavera, ahora estan dormidos esperando la nieve. A los tres kilómetros pasamos de largo el desvío a Santa Marina del Rey y Villavante (Km 28,9). Un par de kilómetros después nos alejamos de la N-120 por la derecha y pasamos junto a un bonito depósito de agua en ladrillo.







Pronto cruzamos la carretera provincial en Puente de Órbigo (Km 32,8) junto a la iglesia de Santa María, cuya espadaña suele soportar más de un nido de cigüeña. La noche se acerca rápidamente.

De inmediato se interpone ante nosotros el río Órbigo, que fluye bajo el prolongado puente del Passo Honroso, donde Suero de Quiñones retó en 1434 a todo caballero que pretendiera cruzarlo. Cruzamos el Passo, sin temor a caballos desbocados ni a lanzas perdidas, para acceder a Hospital de Órbigo, donde nos recibe la iglesia de San Juan Bautista, del siglo XVIII. Y a nosotros el pueblo entero pues a escasos metros viene cruzando el puente la cabalgata de los Reyes Magos.











Nos hemos alojado en en el Albergue la Encina y también hemos cenado, no sin antes tomar unos vimos en el pueblo. Han sido 32 Km.





Etapa 21:Hospital de Orbigo - Astorga



Desde el Albergue de Hospital de Órbigo salimos el día 6 de enero de 2018, progresamos por la misma calle principal hasta la salida, donde una señal clavada en un poste muestra las dos posibilidades para acometer el resto de la etapa (Km 0,3). De frente continúa la traza histórica por un andadero paralelo a la N-120; a la derecha, opción muy valorada por los peregrinos, el Camino se encamina hacia Villares de Órbigo y Santibáñez de Valdeiglesias por un paisaje agrario y de monte bajo. Ambas opciones se juntan en el crucero de Santo Toribio.

Nosotros tomaremos la primera, el andadero paralelo a la derecha de la N-120, que tras es desvío a Villares de Orbigo, circula por tramos de la antigua N-120, superada la encrucijada de Estébanez de la Calzada (aquí se aproxima a la autovía por la izquierda), cambiamos de lateral para tomar la antigua y degradada nacional, que cruza un bosquete. En el Km 342,8, hay una gasolinera y por lo tanto café, se puede acceder desde el andadero al otro lado de la carretera.




Tras una subida cambiamos por última vez de margen, alejándonos de la nacional para ir al crucero de Santo Toribio, donde ambas variantes confluyen. El crucero de Santo Toribio, donde unas mesas invitan a un tentempié en este excelente mirador sobre San Justo de la Vega, la ciudad de Astorga y el monte Teleno, que con sus 2.188 metros es la cumbre más alta de los montes de León. En este mismo lugar, en el siglo V, el obispo de Astorga, tras ser expulsado de su sede, profirió: "De Astorga, ni el polvo" (Km 9,4). Descendemos del crucero para entrar a San Justo de la Vega.













A las afueras salvamos el río Tuerto por una pasarela metálica paralela al puente de piedra. Unos metros más adelante dejamos el paseo y tomamos una pista que avanza junto a una nave. La pista desemboca en el río Jerga, que lo sorteamos por un pequeño puente. Giramos a la izquierda y nos acercamos hasta la pasarela metálica que salva las vías de la línea Palencia - La Coruña (Km 13,3).

El puente es un mareante laberinto de rectas y alturas. Pasamos la desmantelada vía Plasencia - Astorga y tras la rotonda decorada con el nombre romano de Astorga: Asturica Augusta, subimos hasta la calle Perpetua Socorro, donde giramos a la derecha por la carretera de León y hasta la Plaza de Portillo López y en la Plaza Obispo Alcolea, por la calle de los Sitios hasta el Palacio Episcopal, hoy alberga el Museo de los Caminos, donde puede visitarse una amplia colección de arte sacro. El edificio, trabajada muestra que combina los estilos medieval y modernista, es obra de Antonio Gaudí, la Catedral Santa María, comenzó a construirse en el último tercio del siglo XV y no fue rematada hasta la segunda mitad del XVII. La fachada occidental es de estilo plateresco y las capillas y la puerta de la sacristía se atribuyen A Gil de Hontañón.





































Sin dilación comprar algo para comer en el tren y camino a la estación el tren tiene la salida a las 12:25 que nos dejará en Barcelona a las 21:25.


 


Tramo 4: Burgos - Sahagún

Cinco etapas más, como siempre la primera y la última han servido de aproximación y regreso a Barcelona. Lo hemos realizado entre el 1 al 5 de Noviembre de 2017. Han sido 135 Km.

Etapa 13: Barcelona -  Burgos - Tardajos

Hemos salida a las 9:30 de Barcelona el 1 de Noviembre de 2017, en el tren Alvia 00622, hasta Burgos. Almuerzo y comida en el tren. Hemos llegado a Burgos, estación Rosa de Lima a las 15:23.



Como ir de la estación Rosa de Lima (Burgos), hasta encontrarnos con el Camino de Santiago son 5 km, hemos cogido el autobús 25 hasta la plaza de España, desde aquí solo hay 500 metros hasta la Catedral, pasando por la calle de la Concordía, calle de Laín Calvo y calle Paloma.

Pasamos por la catedral, una de las más famosas del mundo, se comenzó a construir en 1221 (Fernando III el Santo puso la primera piedra) y se necesitaron tres siglos para terminarla. El templo tiene cuatro puertas principales, a cada cual más bella, y de la fachada principal sobresale la decoración flamígera. En el interior está el sepulcro del Cid y sobre el triforio se encuentra el famoso Papamoscas, autómata que canta las horas abriendo la boca y empuñando el badajo de una campana.










Después de las consabidas fotos hemos cogido la calle Santa Águeda, giramos a la izquierda por la calle Barrantes, pasando por delante del Monasterio de la Visitación. Algo más adelante llegamos a la Plaza Castilla, paseo de la Isla, al pie del río. 






Cruzamos el río Arlanzón por el puente de Castilla y giramos a la derecha siguiendo su margen. Siempre de frente, al pie de la N-120 por las avenidas de Palencia, José María Villacián Rebollo -junto al parque el Parral- y la calle de Villadiego, llegaremos hasta el desvío marcado como "Los Guindales. Vivero Forestal".

Lo tomamos, desviándonos a la derecha, y seguimos de frente por la calle Benito Pérez Galdós. Junto a la puerta del vivero forestal termina la ciudad y el asfalto se torna en pista. 











El Camino no entra en Villalbilla sino que tuerce a la derecha para salvar el arroyo Molinar. Reanudamos la marcha cruzamos las vías del tren después el puente sobre la circunvalación y vamos en busca del viaducto Arlanzón, obra de ingeniería de la autovía A-231 o del Camino de Santiago, que pasamos por debajo. Cruzamos de nuevo el río Alarzón por el puente del Arzobispo y dejamos la carretera por un andadero paralelo a la N-120 que nos lleva a Tardajos. Tardajos está situada en la comarca de Alfoz de Burgos, Tardajos es una localidad histórica del Camino construida sobre asentamientos romanos y junto a la calzada romana que unía Clunia con Juliobriga. Fue repoblado, junto a otros núcleos de la vera del Arlanzón, a partir del año 882. De la división en dos barrios queda el legado de sus dos iglesias, la de Santa María y la de la Magdalena.





Hemos dormido en el Albergue la Casa de Beli, muy correcto tanto el alojamiento como la cena.

Etapa 14. Tardajos – Castrojeriz


Salimos de Tardajos el 2 de Noviembre de 2017, por la calle del Mediodía, la plaza Leandro Mayoral y la calle Real Poniente. 




Nos dirigimos por carretera a la cercana Rabé. En el corto trayecto pasamos el río Urbel. Este cauce, que recorre más de 50 kilómetros por la provincia de Burgos, tiene poco caudal pero es muy amigo de desbordarse y encharcar sus riberas. Llegamos a Rabé de las Calzadas, por la calle Santa Marina sobrepasamos la fuente - decorada con veneras - hasta la plaza Francisco Riberas y salimos por Baldomero Pampliega.






Lo que nos espera de ahora en adelante es, simplemente, la meseta castellana, largas rectas a más de ochocientos metros de altura sin más compañía que nuestra propia sombra y grandes extensiones de tierras que serán de cereal, ahora esperando la hora de la siembra. La pista hasta Hornillos es pedragosa y el descenso es algo molesto. Después de cruzar una carretera y el cauce del río Hormazuela entramos en Hornillos del Camino.









Salimos de Hornillos, y el panorama es similar al precedente: una interminable pista creada por la parcelación que asciende por la meseta cerealista. Cinco kilómetros después de Hornillos nos encontramos con una cruz de Santiago y setecientos metros más adelante con el cruce hacia el albergue San Bol, situado a la vera del río del mismo nombre.
Tras una hora más de caminata llegamos, por fin, a Hontanas, agazapado y oculto hasta el último momento. El nombre de la población procede del término latino fontana, fuente en castellano. El sacerdote boloñés y asiduo peregrino (viajó a Compostela tres veces durante los años 1666 y 1673), Domenico Laffi, relató que en Hontanas los pastores rodeaban sus cabañas con un muro para defenderse de los lobos. 









La calle Real de Hontanas desemboca en la carretera BU-P-4013, que dejamos de inmediato para tomar un camino que parte a la derecha. Pasando junto a las ruinas de una torre, finalizamos al pie de la carretera. La vía carece de arcén y en su lugar se alza una hilera de portentosos fresnos. Pronto, al fondo, ya distinguimos las ruinas del convento de San Antón, cuyos arcos se elevan sobre la carretera. Fue fundado en 1146 por Fernando VII y, en él, los monjes antonianos trataban a los enfermos de una gangrena infecciosa conocida vulgarmente como 'fuego de San Antón'. El causante de este mal, hoy bien conocido, era un hongo que alteraba el grano del centeno.









Después de traspasar el arco de triunfo que semeja el esqueleto del convento, abordamos la recta de más de dos kilómetros que nos planta en Castrojeriz, última villa burgalesa en el Camino de Santiago. Se esparce en forma de media luna a las faldas de un cerro que domina un primitivo castillo. Lo primero que nos sale al paso es la ex colegiata gótica de la Virgen del Manzano. Más adelante se gira para tomar la calle Real de Oriente y descubrir un casco de casas blasonadas y arquitectura tradicional. Pronto pasamos, a mano derecha, la iglesia de Santo Domingo, gótica y con una elegante portada plateresca del XVI. Como curiosidad, en el lateral que asoma a la calle hay un par de calaveras esculpidas. El desnivel culmina en la plaza Mayor, dotada de soportales donde tomar un respiro.
Castrojeriz, de origen romano (dicen que fue fundada por Julio César) o visigodo, Castrojeriz es una antigua fortaleza emplazada a lo largo de un cerro que tuvo un importante papel en la historia de Castilla. Tras la conquista árabe fue repoblada por el capitán Nuro Núñez en el año 882 y en el 974 le fue otorgado el primero de los fueros castellanos. El casco viejo lo rodea una de las calles peatonales más llamativas del Camino (un kilómetro de longitud) en torno a la cual se levantaban iglesias, hospitales, mesones y comercios. Varias iglesias, como la Colegiata de Santa María del Manzano, la iglesia de Santo Domingo y la iglesia de San Juan, Castrojeriz es una de las poblaciones más dotadas del Camino de Santiago en Castilla. A la entrada sorprenden las dimensiones de la Colegiata de Santa María del Manzano, templo que comenzó a construirse en 1214 en transición del románico al gótico. En su interior se encuentra la talla policromada de la Virgen del Manzano. 











Pasamos la noche en el albergue de Ultreia, muy correcto y hemos cenado en el Mesón de Castrojeriz.




Etapa 15. Castrojeriz – Población de Campos

Efectuamos esta etapa el día 3 de Noviembre de 2017, esta jornada se presenta ligeramente nublada y con algo de frió y viento. 

Salimos de Castrojeriz para afrontar la subida al Teso de Mostelares, hito geográfico y recuerdo imborrable de la peregrinación a Compostela. El acusado repecho comienza metros después de franquear el río Odrilla por un puente de madera. En un kilómetro y trescientos metros superamos un desnivel de 140 metros, desde los 777 subimos hasta los 917 metros, lo que conlleva un 11% de pendiente media. En el alto nos recibe un geométrico humilladero. 



















Aún con la respiración entrecortada, atravesamos la planicie de Mostelares para descubrir paulatinamente el inabarcable paisaje de Tierra de Campos, conocida también por el sobrenombre de granero de España. Comarca de palomares, rica en caza y rebosante de arte o como relató Aymeric Picaud -tierra llena de tesoros, de oro, plata, rica en paños y vigorosos caballos, abundante en pan, vino, carne, pescado, leche y miel pero carente de arbolado-. Durante cuatro kilómetros, el camino, una línea blanca y deslumbrante al sol, nos conduce por un terreno favorable hasta el merendero situado junto a la fuente del piojo.





A continuación tomamos durante novecientos metros la carretera que se dirige a Itero del Castillo, con albergue, y la abandonamos por la izquierda para llegar junto a la antigua parroquia de San Nicolás y acto seguido al puente Fitero o de la Mula sobre el río Pisuerga. Aquí se acaba Burgos y empieza Palencia. La obra original se construyó durante el reinado de Alfonso VI el Bravo (1072 - 1109), pero de esta fábrica ya no queda nada y lo que vemos hoy son añadidos y reconstrucciones del puente levantado en el siglo XVI. 











Un camino rural a orillas del Pisuerga nos acerca hasta Itero de la Vega, primera localidad palentina del Camino. La ermita de Nuestra Señora de la Piedad, del siglo XIII es el primer monumento en salir al paso. Ya en el pueblo se encuentran la iglesia de San Pedro y un rollo jurisdiccional. 

Cruzamos Itero por la calle Santa Ana y, tras cruzar una carretera, continuamos un par de kilómetros por pista hasta el canal de riego del Pisuerga. Casi dos kilómetros más adelante, tras salvar una ondulación del terreno, se muestra al fondo Boadilla del Camino. 

Una explanada brutal, dorados, ocres y tostados nos acercan a Boadilla, vamos hasta la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (s. XVI-XVII), con pila bautismal románica y retablo renacentista, junto a esta se alza uno de los mejores rollos de justicia de Castilla, una columna tallada en el siglo XV en estilo gótico tardío. El rollo simbolizaba el poder jurídico en la comarca y en él, parece ser, eran encadenados los reos antes de ser juzgados por el corregidor. 







Tras un último repaso a las filigranas decorativas del rollo jurisdiccional y al templo de Nuestra Señora de la Asunción, que exhibe, por cierto, una interesante pila bautismal, salimos de Boadilla del Camino por la calle Mayor para tomar un camino que, en breve y tras las últimas naves de la localidad, gira a la izquierda y avanza al encuentro del Canal de Castilla. Esta obra de ingeniería fue concebida por el Marqués de la Ensenada (1702 - 1781), estadista y político ilustrado. La finalidad de la red fluvial de canales, construida entre 1753 y 1849, era la de transportar el cereal castellano hasta el Cantábrico por medio de barcazas tiradas por bestias de tiro. Funcionó hasta que la implantación y la regularidad del ferrocarril lo dejó en desuso en 1959. Desde entonces conduce el riego y abastece a las poblaciones ribereñas.









Nuestro camino sigue en paralelo al Canal durante más de tres kilómetros y llega hasta un conjunto de esclusas que en este punto permitían a las barcas salvar un desnivel de más de catorce metros. Cruzamos al otro lado del Canal y entramos en el casco urbano de Frómista. En el centro se encuentra la valiosa iglesia románica de San Martín que merece unas fotos. Parece una maqueta, tal es la perfección de su escala y sus formas. Se construyó en el siglo XI gracias al patrocinio de Doña Mayor de Castilla y está formada por tres naves, 46 capiteles, una cúpula octogonal y dos torres cilíndricas que miran hacia occidente.










Después de esta licencia artística retomamos el itinerario anterior y nos dirigimos hacia la P-980 en dirección a Carrión de los Condes. Hay que sortear un par de rotondas, colocadas entre el puente sobre la autovía A-67, para tomar un nada reconfortante andadero que circula en paralelo a la carretera. Mojones jacobeos, alineados matemáticamente de dos en dos; nos acercan a Población de Campos. A la sombra de una alameda, a la entrada de la localidad, se encuentra la pequeña ermita de San Miguel (románica del siglo XIII). Merecen mención la iglesia parroquial de la Magdalena, del siglo XVI y tres naves y la ermita del Socorro del siglo XIII y en estilo románico de transición que guarda una talla policromada de la Virgen. Nosotros hoy nos quedamos a 500 m. de la entrada de esta pequeño pueblo.




Pasamos la noche en el albergue La Finca a la entrada de Población espectacular por su diseño y comodidad, cenamos en el mismo y también estuvo muy bien.






Etapa 16. Población de Campos a Calzadilla de la Cueza


El día 4 de Noviembre de 2017, se presenta lluvioso, no con mucha fuerza pero seguro nos va a molestar. Desde el albergue en 3 minutos llegamos a Población de Campos.







Salimos de Población de tras cruzar el río, retomamos el monótono andadero hasta la siguiente localidad de Revenga de Campos. 






Cruzamos Revenga por la carretera, que coincide con la calle General Amor, y pasamos junto a laiglesia de San Lorenzo, que asoma su torre conquistada por los nidos de cigüeña. A la salida aguarda de nuevo el andadero, que nos acerca hasta la cercana Villarmentero de Campos. Pequeña población con un bar a la entrada y un área de descanso a la salida continuamos hasta Villalcázar de Sirga, localidad que se cruza por un lateral pero que merece una detenida visita pues en la plaza se alza la gran iglesia templaría de Santa María la Blanca, construida a finales del XII en transición del románico al gótico. No hay que irse sin echar un vistazo a la portada sur, que presenta un Pantocrátor rodeado de los evangelistas y Apóstoles sobre un arco apuntado de ricas arquivoltas. 










Parada para almorzar y descansar de la lluvia, abandonamos Villalcázar de Sirga para retomar nuestro querido andadero. En este tramo final rompe la horizontal con alguna que otra cuesta sin importancia. No hay sorpresas hasta Carrión de los Condes. Por fin deja de llover. A orillas del río Carrión, en tiempos fue ciudad amurallada y estructurada en dos barrios divididos. Su nombre hace referencia a los Condes que mandaban en los dos barrios de la ciudad cuando surgieron los reinos cristianos. Carrión de los Condes fue asiento feudal de la poderosa familia Beni-Gómez, rivales históricos del Cid. Fue morada de reyes, desempeñó un papel fundamental en la fundación de Castilla y fue una próspera ciudad medieval que llegó a contar con 12.000 habitantes (2.231 en la actualidad), 12 iglesias y 12 hospitales. La iglesia de Santa María del Camino tiene un sobrio pórtico románico en el que está escenificado el tributo de las cien doncellas. La iglesia de Santiago tiene una magnífica portada donde 22 figuras - en sus arquivoltas - muestran diferentes oficios y sobre ellas - en el friso - están representados los doce apóstoles presididos por una extraordinaria imagen del Pantocrator que sobrecoge a los peregrinos. 











Por la calle de José Antonio, Esteban Collantes y Piña Blasco, llegamos al río Carrión y al monasterio benedictino de San Zoilo, hotel y Centro de Estudios y Documentación del Camino de Santiago con una especializada y completa biblioteca jacobea abierta al público. Con un magnífico claustro renacentista.
















Avanzando por el vial de salida nos encontramos con la N-120, que cruzamos para tomar la carretera de Villotilla. No hay arcén en la carretera pero afortunadamente presenta poco tráfico. A los cuatro kilómetros decimos adiós a la carretera para pisar la Vía Aquitana, calzada romana que unió Burdeos con Astorga y que más de dos mil años después aún conserva parte de su trazado original. Afortunadamente ya no presenta el piso de cantos rodados, que fue cubierto de zahorra hace ya algunos años. El tiempo que había mejorado e incluso lucía el sol a cambiado radicalmente, la nube negra nos absorbe y una potente tormenta nos perseguirá hasta el final de etapa. Casi dos kilómetros y medio después del cruce de la carretera de Bustillo, llegamos junto a un indicador en piedra que nos informa del paso de la Cañada Real Leonesa, uno de los itinerarios españoles de largo recorrido utilizado por los pastores trashumantes para conducir al ganado desde los pastos de verano (León) a los de invierno (Extremadura) y viceversa. Más de cuatro kilómetros y medio después nos acercamos finalmente a Calzadilla de la Cueza, donde un merecido descanso y calor nos espera, después de este lluvioso y difícil día, en el Albergue Municipal, muy bien acondicionado. Hemos cenado el Hostal Restaurante Camino Real, súper bien.






Etapa 17. Calzadilla de la Cueza a Sahagún


Salimos de Calzadilla de la Cueza hoy 5 de Noviembre de 2017, por la calle Mayor que desemboca en la N-120. Hoy la noche está despejada y con una luna súper luminosa, el frío es intenso, hoy madrugamos más de lo habitual pues hemos de coger el tren de regreso a las 13:44 y es mejor llegar con tiempo. 



Por la carretera nacional pasamos el río Cueza y la cruzamos para avanzar por un andadero que marcha en paralelo. Al desvío a Santa María de las Tiendas, antiguo hospital conocido también como del Gran Caballero. Área de descanso a unos 3 Km, de Calzadilla (entre el Km. 221 – 222 de la N-120), es la mitad del camino. 



Le sigue un tramo de unos tres kilómetros que salva un desnivel insignificante de 50 metros. Después, en suave bajada, cruzamos de nuevo la N-120 para entrar en el pequeño núcleo de Ledigos. Parada para almorzar. 



Salimos de Ledigos en paralelo a la carretera nacional, que volvemos a cruzar para retomar por última vez el socorrido andadero que lleva hasta el mismo Terradillos de los Templarios, pueblo que toma su nombre de los Caballeros Templarios, orden militar cristiana fundada en el siglo XII que vigilaba en este mismo lugar el ya desaparecido hospital de San Juan. 



Abandonamos la antigua encomienda templaria de Terradillos por una pista de parcelaria que muere en la P-905, también marcada como P-973. Un breve tramo de carretera da paso a una pista que avanza entre el cereal y las hileras de chopos, dispuestas junto a los arroyos de San Juan y de la Huelga. Este paisaje nos acompaña hasta Moratinos, penúltimo pueblo del Camino de Santiago a su paso por Palencia que luce bodegas excavadas en el suelo y casas de adobe: masa de barro mezclada a veces con paja y utilizada para levantar paredes y muros. A la altura de la iglesia de Santo Tomás de Aquino giramos a la derecha y salimos de la localidad. 








Dos kilómetros y medio nos separan de San Nicolás del Real Camino, último pueblo palentino. 





A la salida de San Nicolás salvamos el río Sequillo y giramos a la derecha para tomar la senda de peregrinos que avanza a la vera de la N-120. Ciento cincuenta metros al norte de ésta discurre la A-231, la autovía del Camino de Santiago. Por la senda traspasamos el límite entre Palencia y León, última provincia castellana que ostenta el récord de kilómetros del Camino. Un total de 214,4 que ya esperan a ser descubiertos. Progresamos en paralelo a la N-120 y después de cruzarla pasamos el río Valderabuey por un puente de piedra. Accedemos así a una explanada arbolada donde se encuentra la ermita de la Virgen del Puente, de estilo románico mudéjar. 







El Camino nos dirige hasta Sahagún. Evitando la N-120 por debajo accedemos al casco urbano de esta localidad leonesa. Tras la calle Ronda de Estación cruzamos el puente sobre las vías, y nos dirigimos a la estación, pasan unos minutos de las 13:00 horas y nuestro tren pasara en poco más de 30 minutos, descubriremos Sahagún en nuestro próximo tramo, ahora toca regresar a casa.









Tramo 3. Logroño - Burgos

Cinco etapas más que nos van acercando cada vez más a nuestro objetivo de llegar a Santiago de Compostela, la primera y la última has servido también de aproximación y regreso, lo que hace que las etapas intermedias sean algo más largas de lo habitual y que pernoctemos en lugares que no suelen ser finales de etapa clásicos. Lo hemos realizado entre el 7 y el 11 de Septiembre 2017. Han sido 128 Km.

Etapa 8: Barcelona -  Logroño - Sotes 


Comenzamos nuestro viaje el jueves 7 de Septiembre de 2017, saliendo de la estación de Sant Andreu Arenal, donde nos hemos encontrado en el tren de cercanías con Mauri e Ivana, el tren nos ha dejado en Sants y tras tomarnos un café hemos tomado el tren ALVIA 00434 a las 7:30, con llegada a Logroño a las 11:23, hemos desayuno en el tren.


Desde la estación hasta el encuentro con el camino de Santiago, tenemos 2,2 Km.




Desde el Parque de San Miguel, escenario del botellón de los fines de semana, de día ofrece una cara más amable y menos ruidosa y entre jardines llegamos hasta el túnel de la circunvalación e inmediatamente al paseo, llamado vía verde, que conduce al parque de la Grajera (Km 3,5). Un tramo del paseo se encuentra flanqueado por cipreses y recuerda a las imágenes de la Vía Appia, famosa calzada que partía desde el mismísimo foro de la antigua Roma. Tras un área de juegos infantiles y un área deportiva se encuentra el dique del embalse de la Grajera, construido en 1883 sobre una laguna con el fin de acumular el agua del río Iregua y regar las huertas situadas al sur de la capital. Hoy es un entorno recreativo envidiable donde pescar, pasear, merendar o, simplemente, descansar (Km 5,8). Aquí hemos parado para comer nuestro sabroso pic-nic que hemos traído y hemos tomado café en el bar del parque. 




























Traspasamos los límites del parque por una pista asfaltada que avanza entre suaves lomas pobladas de vid. Dejando a un lado el desvío al campo de golf (Km 8) iniciamos un exigente repecho que nos obsequia con unas magníficas vistas. En primer plano las vides, una masa arbórea rodeando al embalse en segundo término y al fondo Logroño.






Con esta formidable vista alcanzamos el alto (Km 9,2) y descendemos hacia Navarrete junto a una valla metálica cosida por las cruces que van dejando los peregrinos. La silueta de un toro de Osborne también nos acompaña en la bajada y, ya en el llano, cruzamos finalmente sobre la AP-68 para llegar a las ruinas del hospital de peregrinos de San Juan de Acre, fundado hacia 1185 por Doña María Ramírez.






Una recta nos separa de Navarrete, pueblo de alfareros emplazado sobre el cerro Tedeón. La calle La Cruz rodea el casco urbano y sube hasta la iglesia de la Asunción. 
Junto a la iglesia continuamos por la calle Mayor Alta y la plaza del Arco para girar a mano izquierda por la calle Arrabal y proseguir de frente por la calle San Roque. 






Pasado el cementerio, que luce la portada y los ventanales del hospital de San Juan de Acre, tomamos un camino que se arrima a las vides, los olivares y los árboles frutales que pueblan las huertas privadas. 



El camino muere junto a la Cooperativa Vitivinícola de Sotés, donde cruzamos la carretera que se dirige a Sotés, abandonamos el Camino de Santiago.


En esta población tenemos reserva en el Albergue de Sotés, también llamado de San Martín. Hemos estado súper bien, se trata de una casa unifamiliar habilitada como albergue y hemos estado solos. La cena en el mismo albergue y hemos podido disfrutar de un excelente rioja.


Etapa 9: Sotes - Cirueña

Salimos de Sotés el viernes 8 de Septiembre, a las 7:00 antes de que amanezca, salimos por la LR-341 dirección Ventosa y aquí tomamos un camino a la izquierda, hasta la mencionada población, sobre la que sobresale la iglesia de San Saturnino, con su torre cuadrada del siglo XVII 



En Ventosa hemos parado a tomar un café con leche en un bar justo donde retomamos el camino, pues hay que recordar que Sotés no se encuentra en el Camino de Santiago. En breve, junto a la bodega Vallformosa, un camino pedregoso nos guía hacia el alto de San Antón en corta y fácil subida. 


Desde esta atalaya la vista se despeja y nos muestra el valle del Najerilla, terreno arcilloso cubierto, como no, de sarmientos retorcidos dispuestos en terrazas separadas de monte bajo. La panorámica también descubre Nájera, aparentemente cercana pero realmente distante (Km 6) 


Bajamos hasta el paso que salva la N-120 y continuamos hacia un repetidor de telefonía, situado en el Poyo de Roldán, enclave donde tuvo lugar el legendario combate entre Roldán y el gigante Ferragut. También nos sale al paso un guardaviñas, construcción circular que servía de refugio a los agricultores y utilizado por los guardas de campo para custodiar las cosechas. 

Nájera sigue sin presentarse y tras una fábrica de áridos cruzamos el río Yalde por un pequeño puente de madera y hormigón (Km 11). Nos alejamos de su cauce y tras kilómetro y medio finalmente, entramos en Nájera. Sin embargo aún nos quedan dos kilómetros de travesía urbana. Pasamos junto al polideportivo y continuamos por las avenidas de Logroño y San Fernando hasta el puente sobre el río Najerilla. Tras cruzarlo hay que torcer a la izquierda y avanzar por el paseo paralelo al río. 



La calle del Mercado desemboca junto al monasterio de Santa María la Real. Aquí almorzamos y al salir hemos visitado el monasterio y la iglesia de Santa María la Real, fundada en 1052 por Don García que lo convirtió en panteón familiar. Este esbelto templo de tres naves es obra gótica del siglo XV y posee un precioso coro del XVI y distintas tumbas de reyes de Navarra, Castilla y León además de la de Don Diego López de Haro, fundador de Bilbao. El claustro de los Caballeros es de estilo plateresco y está dotado de unas preciosas celosías en piedra. 











Por el lateral del monumento tomamos la calle Costanilla y abandonamos Nájera por una pista arcillosa. En breve dejamos a un lado una nave agrícola y cruzamos sobre el arroyo de Pozuelos o Valdecañas (Km 15,8). 


Sobre brea y, de nuevo, tierra, llegamos definitivamente a una pista asfaltada (Km 19,8) que conduce directamente hasta Azofra, villa agrícola asentada en la fértil vega del río Tuerto. La mejor prueba de su pasado jacobeo es la fundación, ya en el año 1168, de un hospital y un cementerio para peregrinos. 

El Camino atraviesa Azofra por su calle Mayor, pasamos junto a la Real Casona de las Amas, antigua residencia de familia ilustre que ha sido rehabilitada para el turismo. Hemos comido en el bar Sevilla de esta población. 

A la salida tomamos un corto tramo de la LR-206 y, al llegar junto a la fuente de los Romeros, nos desviamos a mano izquierda para retomar la jornada por pistas. Pasado más de un kilómetro nos topamos con una picota de mediados del XVI, símbolo de justicia (Km 23,2). 



Los campos de cereal van arañando progresivamente el terreno a la vid, señal de que Castilla está cerca, llegamos a un club de golf y un complejo residencial que han construido a las afueras de Cirueña, con muchísimas casas en venta y con una sensación de vacío muy grande. Enseguida llegaremos a nuestro albergue (Victoria). Después de la ducha, hemos realizado colada, también hemos cenado en el mismo albergue (excelente) y luego hemos dado una vuelta por el pequeñísimo pueblo, donde hemos podido tomar un Gintonic en el bar del pueblo. A las 21:30 ya estábamos en nuestra litera.

Etapa 10: Cirueña - Belorado

Salimos de Cirueña el sábado 9 de Septiembre, pasados 5 minutos de las 7. A la salida nos encontramos con un breve tramo de carretera que lleva hasta otra pista agraria. El día amenaza lluvia, tras una suave ondulación se descubre Santo Domingo de la Calzada y la lluvia, de la catedral como un faro vigía despunta la torre barroca. 





El prólogo a Santo Domingo son varios almacenes y naves. Después seguimos junto a la carretera de acceso que conduce hasta las calles 12 de mayo y Mayor, donde está el ambicioso albergue de peregrinos. La lluvia se hace intensa y la entrada en Santo Domingo ha sido pasada por agua. Paramos en una cafetería donde nos calentamos con el café con leche y degustamos la variada repostería de Santo Domingo de la Calzada, con sus famosos ahorcaditos. 






Al salir ya no llueve y abordamos los últimos kilómetros del Camino en La Rioja. Las calles Mayor y río Palomarejos llevan junto a la ermita de principios del siglo XX que da acceso al puente sobre el río Oja, de casi 150 m. de longitud y sustentado por 16 arcos. Del primitivo vado que construyó Santo Domingo hoy sólo queda el enclave, ya que su estructura actual es de mediados del XVIII y del XX.







Tras cruzarlo nos desviamos por pista para cruzar la LR-201. Seiscientos metros después hacemos lo propio con un ramal de la N-120. 

Continuamos paralelos a la carretera Nacional durante varios kilómetros hasta girar a mano izquierda y dirigirnos a Grañón, último pueblo riojano. Donde hemos almorzado. 







A la salida de Grañón nos reencontramos de nuevo con las pistas de concentración parcelaria que surcan el cereal, aliviadas en su planificada monotonía por las hileras de chopos que crecen a la vera de ríos y arroyos. Dos kilómetros más adelante, un panel informativo espigado da la bienvenida a Castilla y León.




Desde el panel ya se divisa Redecilla del Camino, primer pueblo castellano al que llegamos tras superar una larga recta y cruzar la N-120. 

A la entrada de la localidad hay un rollo jurisdiccional y una oficina de turismo, hemos cogido algún folleto de los próximos pueblos donde paramos. En la calle Mayor, la iglesia parroquial de la Virgen de la Calle cobija una interesante pila bautismal del siglo XII, que hemos visitado.







A la salida de Redecilla cruzamos de nuevo la N-120 y después sobre el río Reláchigo, camino de Castildelgado, la abordamos por la calle El Cristo y la calle Mayor hasta la plaza Mayor, donde están la iglesia de San Pedro y la ermita barroca de Santa María del Campo. 








Dejamos Castildelgado por la calle Camino de la Cuesta y por pista paralela a la Nacional y asfalto llegamos hasta Viloria de Rioja, donde hacia el año 1020 nació Santo Domingo de la Calzada. Hemos comido en un albergue regentados con Catalanes (molt bo el pa amb tomàquet).












Continuamos hasta Villamayor del Río. A la entrada hay un pequeño parque y una zona de descanso, salimos por la calle Real y tomamos de nuevo la pista para avanzar hasta el centro de Belorado hasta nuestro albergue “caminante”, donde cenamos estupendamente. El día ha sido frío y no hemos salido del albergue, aunque hemos podido tomarnos un gintonic en el albergue.







Etapa 11: Belorado - Agés

Salimos del albergue de Belorado el domingo 10 de Septiembre, antes de las 7, la undécima etapa consta de dos partes bien diferenciadas. La primera sirve de calentamiento y viaja por Tosantos, Villambistia Espinosa del Camino y Villafranca, población donde da comienzo un largo y solitario segundo tramo por los antaño temidos Montes de Oca. Pistas forestales cercadas de robles, pinos y brezos conducen así a San Juan de Ortega, que aparece como un oasis en el desierto, y finalmente a Agés.









Atravesamos la calle Hipólito López Bernal y la avenida Camino de Santiago para cruzar posteriormente la N-120 y el río Tirón el por un puente peatonal de madera. Paralelo a éste se encuentra el puente de piedra conocido como El Canto. 












Por una pista separada de la N-120 por el cauce del Retorto, afluente del Tirón, avanzamos cómodamente hasta Tosantos, donde se puede apreciar, al otro lado de la N-120, la ermita de la Virgen de la Peña, enclavada en un escarpe rocoso. Desde Tosantos un corto tramo nos acerca hasta la siguiente población, Villambistia, donde hemos tomado café.


















Villambistia, nos recibe la parroquial de San Esteban, del siglo XVII, una leyenda atribuye poderes al agua que mana de la fuente de cuatro caños. Asegura que para recuperar la vitalidad y acabar con el cansancio no hay nada mejor que remojar la cabeza en ella.






Nos dirigimos hacia Espinosa del Camino, a la que llegamos tras sortear la N-120. A la salida el perfil de la pista se recrudece un poco y llega hasta las ruinas del monasterio mozárabe de San Félix, donde la tradición sitúa los restos mortales del Conde Diego Rodríguez Porcelos, fundador de Burgos. Pasadas las ruinas, el itinerario gira hacia la izquierda en busca del arcén de la Nacional, que nos conduce hasta Villafranca Montes de Oca, donde hemos almorzado para tener fuerzas para atravesar los Montes de Oca.








Desde esta población hasta San Juan de Ortega median 12 kilómetros o casi tres horas de caminata, para atravesar los Montes de Oca. Antaño constituyeron un lugar arriesgado donde los peligros aguardaban tras cada matorral, en cambio, hoy, a pesar de tratarse de un tramo muy solitario, ofrecen naturaleza y paz. Dejamos la N-120, subimos junto a la iglesia de Santiago - guarda una talla barroca del Apóstol - y pasamos junto al que fue el hospital de la Reina o de San Antonio Abad.


El inicio es empinado y conviene tomárselo con calma. El calvario continúa hasta llegar a un mirador sobre las sierras de la Demanda y San Millán donde la subida comienza a suavizarse. Rodeada de robles, enebros y brezos, la pista continúa su ascenso, primero hasta un repetidor y después hacia un monumento a los caídos durante la Guerra Civil (Km 15,5). Acto seguido la pista desciende como un tobogán hasta el cauce de un río para afrontar un duro, aunque corto, repecho. La pista de gravilla suelta se convierte a partir de ahora en una amplia pista forestal cercada de pinares repoblados por la que solventamos los restantes siete kilómetros y medio hasta llegar al monasterio de San Juan de Ortega. Aquí hemos comido con bastante tranquilidad, mas de una hora de parada y charla con una peregrinas de Zaragoza.














El camino que se interna por un pinar silvestre, ya sin pérdida alguna, en dirección a Agés y de aquí a nuestro albergue “el pajar de Agés”. 






Hemos dado una vuelta por el pequeño pueblo, visitado su iglesia y su lavadero y hemos cenado en el mismo albergue, luego en el albergue municipal hemos tomado nuestro gintonic.




Etapa 12: Agés - Burgos - Barcelona

Salimos de Agés el lunes 11 de Septiembre, sobre las 7 de la mañana y por el arcén de la carretera llegamos hasta Atapuerca, una isla en el océano del tiempo, como la definen los investigadores que trabajan en los cercanos yacimientos arqueológicos, en una cafetería hemos tomado un café.


 



La carretera actúa como calle principal. Antes de abandonar el pueblo dejamos el asfalto y nos desviamos a la izquierda por una pista pedregosa. Ésta avanza entre monte bajo y tras dejar atrás una explotación agrícola sube sin dificultades, pero muy pedregosa hasta una gran cruz de madera.















Una flecha amarilla en la base del poste nos anima a seguir paralelos a la desvencijada alambrada. Un vértice geodésico a una altitud de 1077 metros marca el comienzo del descenso hacia el valle del río Pico. En el fondo más próximo se descubre una cantera y más al fondo la ciudad de Burgos, incluso puede verse la catedral. En la bajada tomamos, a la izquierda, el cruce que se dirige hasta Villalval, salimos del pueblo por una carretera comarcal que nos conduce en breve a Cardeñuela Riopico, donde hemos almorzado, dos kilómetros más adelante llegamos a Orbaneja. Continuamos por la carretera y pasamos sobre la AP-1. En breve, como a doscientos metros y junto a unos unifamiliares, encontramos una doble señalización. La que índica de frente avanza hacia Villafría y la que se desvía a la izquierda (marcada con pintura con la opción Río) se dirige hasta Castañares. Elegimos la de Villafría, ya que es mas corta para nosotros al tener que ir a la Estación de Burgos. Desde Villafria y tras unos kilómetros por la N-1, nos dirigimos a la Estación Rosa de Lima













Comemos en la estación y regresamos a Barcelona en el tren ALVIA 0621 salimos a las 15:08 y llegamos a las 21:25. Fin del tercer tramo, ya estamos pensando en el cuarto que si todo va bien será entre el 1 y el 5 de Noviembre de 2017, entre las ciudades de Burgos y Sahagun.


Tramo 2. Pamplona – Logroño
Cuatro etapas más que nos acercaran a nuestro objetivo, 96 km, distribuidos en 4 días más una tarde de aproximación, efectuadas desde el 28 de Octubre y el 1 de Noviembre de 2016.

Etapa 0: Barcelona a Pamplona

Comenzamos nuestro viaje el viernes 28 de Octubre de 2016, saliendo de la estación de Sant Andreu Arenal, donde nos hemos encontrado en el Tren con Mauri e Ivana, el tren de cercanías nos ha dejado en Sants y tras tomarnos un café hemos tomado el tren Intercity 0562, con salida a las 18:40 llegado a Pamplona a las 22:44. 

Desde aquí nos hemos trasladado andando hasta nuestro alojamiento el Hostel Hemingway, unos 45 minutos.








Etapa 4: Pamplona – Puerto la Reina
Hemos salido de Pamplona sobre las 8:15, del sábado 29 de Octubre de 2016. Desde el Hostel Hemingway, descenderemos por la calle Tafalla, avenida Galicia, avenida Sancho el Fuerte, calle Fuente el Hierro, hasta la Universidad de Navarra. Se abandona la institución privada por el puente de Acella sobre el río Sadar. 





Por un andadero, tras dos kilómetros, se llega en ligera pendiente hasta Cizur Menor, población de la Cendea de Cizur. Cendea es un término utilizado en Navarra para designar al conjunto de varios pueblos que componen un sólo ayuntamiento. 



A la entrada, a mano izquierda, se encuentra la Iglesia de San Miguel: Bello ejemplo de edificio románico. Esta iglesia formaba parte de un complejo mayor de la Orden Sanjuanista. Restaurada en 1989 es de nave única y conserva su portada románica. Fue cedida a la Orden de Malta en 1998 y a la derecha, más alejada, la parroquial de San Emeterio y San Celedonio. 






Dejamos Cizur entre adosados y unifamiliares, en seguida los campos de cereal y las pistas de concentración se apoderan del paisaje y comenzamos a ganar altura con sosiego. Llegaremos hasta una pequeña balsa de agua en el lugar de Guenduláin, antiguo señorío despoblado - a la derecha del Camino - formado por el palacio y la iglesia. Un par de kilómetros más arriba está Zariquiegui, última población de la Cendea de Cizur en el Camino de Santiago. 






















A la entrada nos recibe el porte geométrico y grandioso de San Andrés, templo que aún conserva una sobria portada románica, donde hemos podido sellar nuestra credencial. Entre algún destello de casas blasonadas acometemos la última parte de la subida. Dejamos las pistas y tomamos un sendero más interesante que se abre paso entre boj y espinos. Llegaremos hasta la fuente de Gambellacos, conocida comúnmente con el nombre de la Reniega. La leyenda cuenta que en este lugar, el diablo ofreció agua a un peregrino sediento a cambio de que renegara de Dios, la Virgen y Santiago. El peregrino, medio moribundo, despreció la bebida y rezó hasta que el demonio se fue y apareció la fuente que le sació. Saciados también nosotros, dedicamos el último esfuerzo hasta el alto de la Sierra del Perdón, barrera natural entre la Cuenca de Pamplona y Valdizarbe. Unas fotos junto a la original obra realizada en chapa por el artista Vicente Galbete, que muestra una caravana de peregrinos de distintas épocas representando la evolución del Camino a lo largo de su historia. 


















Comenzamos el descenso sobre incómodas piedras sueltas y entre coscojas y encinas. Llegamos a Uterga, donde se encuentra la Iglesia de la Asunción Rodeada de olivos y con atrio porticado a la entrada, la iglesia es gótica y muestra en los capiteles de su portada escenas de la infancia de Jesús, también una preciosa fuente de los años 20, a escasos tres kilometros se encuentra Muruzábal, donde se encuentra la parroquial de San Esteban.










Continuamos la marcha hacia Obanos, que se conquista tras un repecho. La plaza del Ayuntamiento, junto a la iglesia de San Juan Bautista, ejerce de unión entre los peregrinos que vienen desde Somport y los de Roncesvalles. Pasamos bajo el arco apuntado de la puerta de Obanos y bajamos hasta la carretera, que cruzamos para continuar a la vega del río Robo hasta la entrada de Puente la Reina. 











En Puente la Reina, destaca Iglesia de Santiago, al recorrer la calle Mayor es imposible no prestar atención en su torre, que parece tocar el cielo. Se construyó a finales del XII pero su aspecto lo fraguó con la remodelación del siglo XVI. Conviene detenerse ante la portada polilobulada que da a la calle Mayor y frente a la talla gótica de Santiago Beltza. Al final de la calle su puente románico de seis arcos de medio punto, sobre el río Arga, mandado construir en el siglo XI, para el paso de los peregrinos por la reina Doña Mayor, dio nombre al pueblo.







Después de comer en el restaurante la Conrada en Puente la Reina, nos dirigimos a nuestro albergue que se encuentra a escasos 100 metros es el Albergue el Puente. 

Después de un ligero descanso hemos dado una vuelta por el precioso pueblo, cena ligera y nos hemos retirado a descansar.




Etapa 5: Puente la Reina - Estella

Domingo 30 de octubre de 2016, después de desayunar en nuestro albergue, hemos enfilado de nuevo la calle Mayor y al final de la misma encontramos el monumental puente románico sobre el Arga que da nombre a esta localidad. 













Giramos a mano izquierda para pasar la nacional y despedir Puente la Reina por Zubiurrutia, el barrio de las monjas donde existe un convento de las Comendadoras del Espíritu Santo. Seguimos durante un par de kilómetros el curso del río Arga por su margen derecha y nos vamos alejando de su cauce para virar provisionalmente hacia el noroeste. El cambio de dirección conlleva afrontar una dura cuesta bajo una mancha de pinar repoblado que muere junto a la A-12, la autovía del Camino. Entramos en la comarca de Val de Mañeru y llegamos al pueblo que da nombre al valle.








Salimos del pueblo por una senda que en verano estar llena de cereales, hoy solo rastrojos y viñas de color tostado y vamos avanzando hacía Cirauqui y para llegar hasta el centro hay que acometer una fuertes subidas por su entramado de calles empinadas. Penetramos en el Ayuntamiento por uno de sus arcos, donde hemos podido sellar nuestra credencial pues dejan un sello para poder hacerlo, descendemos hasta las afueras del pueblo para pisar un retazo del pasado. Se trata de un tramo de calzada romana y un puente de la misma época, transformado en el siglo XVIII, que cruza las aguas de la regata de Iguste. Tras un merendero viene otro puente este moderno que permite el paso seguro sobre la autovía A-12.

























Continuamos por pista o sobre restos intermitentes de calzada, unos kilómetros más adelante nos presentamos en una carretera local, pasamos bajo el viaducto de lcanal de Alloz, construido en 1939, y acabamos en la orilla del río Salado. El Codex Calixtinus del siglo XII se despacha con saña: "por el lugar llamado Lorca, por la zona oriental, discurre el río llamado Salado: ¡cuidado con beber en él, ni tú ni tu caballo, pues es un río mortífero!" , En poco más de un kilómetro llegamos a Lorca, localidad del valle de Yerri. En Lorca nos recibe el prominente ábside de la iglesia de San Salvador.


















La calle Mayor nos guía de punta a punta y a las afueras nuestro itinerario coincide un trecho con la NA-1110, continuamos de concentración llegamos hasta un paso subterráneo bajo la autovía, siguiendo las urbanizaciones de nueva construcción llegamos al puente románico del río Iranzu, que divide esta parte más nueva con el núcleo más histórico de Villatuerta.





Por la rúa Nueva, junto a la casa consistorial, subimos hasta la plaza donde se encuentra la iglesia gótica de la Anunciación, con porte de catedral. Salimos por la calle Camino de Estella, en seguida vemos la silueta de la ermita de San Miguel.













Dejamos la ermita a mano izquierda y descendemos hasta un merendero al pie de la NA-132. Trágicamente, en este lugar falleció la peregrina canadiense Mary Catherine. Un hito de piedra coronado por una virgen y una placa la recordarán siempre. Salvamos la carretera por un paso subterráneo y bajamos por una senda hasta un puente moderno y abombado sobre el Ega. El curso de este río nos llevará hasta las puertas y el origen de Estella, por una entrada no demasiado bonita pues una fabrica afea el entorno, entramos por la rúa Curtidores donde una fuente espera a los peregrinos. Allí una abuela nos ha deseado buen camino y nos ha recomendado un restaurante.















Continuando por la calle curtidores hemos visto la Iglesia del Santo Sepulcro, después hemos cruzado el puente Picudo, que cruza el rio Ega, hemos pasado por la Parroquia de San Miguel Arcangel, por el Ayuntamiento, plaza de los Fueros y nos hemos dirigido al restaurante recomendado “Casanova”. Perfecto.






















Después de comer hemos dado una vuelta por Estella, Calle San Nicolas y visita a la Iglesia de San Pedro de la Rua donde una escalinata moderna, entre las calles Rúa y San Nicolás, conduce hasta esta iglesia románica del siglo XII. Su portada principal, la septentrional, presenta diez arcos lobulados de influencia árabe y rica ornamentación. El claustro aún conserva dos alas construidas hacia el año 1170. Por desgracia, las otras dos se vinieron abajo con la demolición del castillo de Zalatambor, ordenada por Felipe II en 1572.


























Desde aquí a nuestro albergue “Capuchinos”, donde podemos ver su capilla. Por la noche pequeña vuelta por Estella y regreso al albergue para descansar.







Etapa 6: Estella - Torres del Rio

Lunes 31 de octubre de 2016, hoy acometemos la etapa más larga de este tramo, casi 30 Km.


Nuestro albergue no dispone de desayuno y como ayer no cenamos pues la comida fue muy copiosa, antes de salir de Estella, hemos desayunado, un “pequeño” bocadillo, curiosamente cenamos en el mismo sitio, Bar restaurante el "Volante”, que cuando hice el camino la primera vez con mi hijo Iker. 

Después de reponer energía deshacemos escasos 200 metros hasta la calle de Zalatambor y nos desviamos a la izquierda y continuamos hasta Ayegui, antiguo señorío eclesiástico que posee su propio ayuntamiento y que se encuentra físicamente ensamblado con Estella. 

La ruta tradicional desciende hasta la fuente del Vino y el Monasterio de Irache. La pila mana agua y también vino desde 1991 y permite refrescarse antes de llegar al cenobio de Irache, situado bajo Montejurra. Es del siglo XI y reúne todos los estilos posibles aunque hoy se encuentra deshabitado. 


























Al dejar atrás el Monasterio de Irache, llegamos a un punto donde se presentan dos opciones para seguir: la primera, más boscosa y de frente, va por las laderas de Montejurra y pasa por Luquin; la segunda, a la derecha, es la tradicional y visita Azqueta y Villamayor de Monjardín. Nosotros vamos por la tradicional, que nos lleva a cruzar la N-111 y transitar por un vial de servicio entre el Camping Irache y la urbanización del mismo nombre. Un túnel da acceso a un camino rodeado por terrenos de labor que más adelante penetra entre masas apretadas de carrascas. La senda se aborta fugazmente para cruzar la carretera de Igúzquiza pero nos acoplamos de nuevo a ella y seguimos hasta Ázqueta.








Fuerte subida entre viñedos, donde nos encontramos con un aljibe medieval conocido por la fuente de los Moros, pensado para saciar a los peregrinos medievales, en seguida nos encontramos con Villamayor de Monjardín, donde podemos ver los restos del castillo de San Esteban de Deyo. En el pueblo destaca la iglesia de San Andrés, románica del siglo XII y con torre barroca del XVIII. Fue restaurada entre 1973 y 1984, pequeño descanso en el Bar Ilarria, donde hemos entrado con un dia esplendido y soleado y hemos salido con niebla y un día frio, tiempo que ya no nos abandonará hasta Logroño. 


















Continuamos a través de largas y monótonas pistas de concentración hasta entrar en en Los Arcos por el paraje de San Vicente y la calle Mayor. El pueblo conserva gran parte de su legado histórico y los antiguos hospitales de peregrinos de Santa María, Santa Brígida y San Lázaro han pasado el testigo a un buen número de albergues más modernos. Se llega hasta la plaza porticada de Santa María donde se ubica la iglesia del mismo nombre, un monumental edificio. Comenzó a construirse a finales del XII y no paró de reformarse y ampliarse hasta el siglo XIX, circunstancia por la que atesora desde el románico hasta el neoclásico, pasando por el gótico, plateresco y barroco. Merece la portada plateresca, el retablo mayor barroco, el claustro en gótico flamígero y la torre de cuatro cuerpos del XVI. En el camarín del retablo mayor se encuentra la talla de Santa María de los Arcos, Virgen negra de ojos azules. 

La plaza invita al descanso, merecido y necesario para afrontar el tramo final de etapa, y así lo hacemos comemos en la Cafetería Buen Camino, muchos de los bares o restaurantes están cerrados, se nota que es invierno.











Salimos de los Arcos por el portal de Castilla e inmediatamente cruzamos la carretera y el río Odrón. Pasadas las últimas casas de Los Arcos retornamos a otra pista agrícola que avanza en línea recta, paralela a la N-111, continuamos hasta la carretera de Sansol, que nos lleva a esta localidad donde se encuentra la Iglesia de San Zoilo, y desde aquí a Torres del Río. Un rápido descenso nos sitúa a las puertas de esta población y luego debemos de subir por sus empinadas calles y dar con la iglesia del Santo Sepulcro, el Santo sepulcro es una construcción románica del siglo XII que destaca por su planta octogonal y bóveda califal de ocho arcos. El altar lo preside una talla románica de madera de Cristo crucificado. La importancia clave de esta iglesia pasó desapercibida hasta principios del siglo XX y fue la autora y viajera americana Goddard King quién reparó en ella durante su peregrinación a Santiago. Pudimos visitarla al llegar pues esta justo al lado de nuestro albergue “La Pata de Oca”. Dicen que esta torre pudo utilizarse como faro para guiar a los peregrinos que nos precedieron, algunos dicen que la torre del juego de la Oca es una réplica de esta Torre. 














Hemos cenado en el albergue y como la pequeña visita de Torres del Rio la hemos realizado al llegar no hemos salido. El tiempo es frío y al final de la tarde ha llovido ligeramente.


Etapa 7 Torres del Río - Logroño


Martes 1 de noviembre de 2016, hemos desayunado en el albergue, la mañana es fría, pero la etapa de hoy es corta y con escasas dificultades.




Abandonamos Torres del Río por la parte alta y sus últimas calles dan paso a una pista que a su vez cede ante un camino posterior. Éste termina por endurecerse y emula el trazado de la NA-1110 (antigua N-111), carretera que cruzamos en plena subida para alcanzar la ermita de la Virgen del Poyo (Km 2,7). El santuario, en sillarejo y muy sobrio, fue construido en el XVI y reformado durante el barroco y el siglo XIX.








Bajamos de nuevo a la NA-1110 y la seguimos hasta salir de la curva, donde tomamos un camino que sube hasta una carretera secundaria que va hacia Bargota. Seguimos de frente por la carretera y la dejamos cien metros después para coger una pista. Gracias a ella podemos descender más cómodos el barranco de Cornava, un desnivel de más de 125 metros fruto de la erosión del agua. Llegados al fondo de la hoya continuamos entre toboganes y prestando atención a los cruces. Nuestro trazado es calcado al de la NA-1110 y al final terminamos caminando por ella. Tras un kilómetro de asfalto salimos por la izquierda y proseguimos en paralelo a la vía hasta la entrada de Viana. 

















Avanzamos hasta el centro de la población por las calles El Cristo, La Pila, el portal de la Trinidad, la plaza del Coso, donde está el Balcón de Toros y, finalmente, la calle Mayor, que conduce hasta la plaza de los Fueros. Aquí se dan cita, frente a frente, el Ayuntamiento y la iglesia de Santa María, gótica de soberbias dimensiones y orgullosa de su original portada renacentista. Paramos a tomar un pequeño refrigerio.












Dejamos Viana junto al colegio Ricardo Campano y por una pista entre huertas vamos a cruzar la NA-7220. Más adelante haremos lo propio con la NA-1110 y seguiremos también por pista hasta la ermita de la Virgen de Cuevas. Después cruzamos la carretera, seguimos por el talud hasta acercarnos a la papelera del Ebro, donde se encuentra el límite provincial. Navarra, que nos ha acompañado durante 142 kilómetros, cede el turno a La Rioja. Un mojón de piedra con la vieja inscripción -provincia de Logroño- lo confirma. 






A partir de aquí será un andadero el que nos guíe hasta la capital riojana. Antes de entrar en la capital ponemos el sello en casa Felisa. Entramos en Logroño por el puente de piedra sobre el Ebro, de 1884 pero construido sobre reformas del primitivo que se levantó en el siglo XI por Santo Domingo de la Calzada y San Juan de Ortega. En el puente esta el Centro de Peregrinos, hoy cerrado pues es festivo.
En Logroño, nos dirigimos al casco antiguo está repleto de bares (calle Laurel, Mayor, Mercado) y donde está la Iglesia Colegial de "Santa María de la Redonda", iglesia que el día 15 de agosto de 1959, por especial concesión del Papa Juan XXIII, recibió el título de Catedral. La portada es rococó y sus torres gemelas de estilo riojano llevan los nombres de San Pedro y San Pablo.







Comemos, pinchamos en varios bares de Logroño y después regresamos en el Tren ALVIA 00437, que sale de Logroño a las 17:53 y llegamos a Barcelona a las 22:09.

Terminamos nuestro segundo tramo, y ya estamos pensando en el tercer tramo, que será ya en 2017 y si todo va bien haremos cinco etapas, entre Logroño y Burgos.




Tramo 1. Saint Jean Pied de Port - Pamplona
Uno de los tramos más bonitos del camino de Santiago, 68,2 Kilómetros distribuidos en 4 etapas, efectuadas desde el 23 al 26 de junio de 2016.

Etapa 0: Barcelona - Saint Jean Pied de Port
Comenzamos nuestro viaje el jueves 23 de junio de 2016, saliendo de la estación de Sant Andreu Arenal, donde nos hemos encontrado en el tren con Mauri e Ivana, el tren nos ha dejado en Sants y tras tomarnos un café hemos tomado el tren Alvia a las 9:30 llegado a Pamplona a las 13:05.







Desde aquí nos hemos trasladado andando hasta la estación de Autobuses.






A las 14.30 cogemos el autobús hasta Saint Jean Pied de Port, llegada a las 16:20 Compañía ALSA, internacional.





En Saint Jean Pied de Port, vamos al albergue Belari, 40 Rue de la Citadelle, donde tenemos reserva, después acomodarnos en nuestra habitación con nuestras 4 literas y una relajante ducha, damos un paseo por la ciudad, pero antes nos pasamos por la Oficina del peregrino, para sellar la credencial, esta es una mítica oficina, pues todos los peregrinos que hacen el camino completo pasan por ella, tienen credencial y dar información muy completa de todo el camino, rutas, mapas, albergues, etc.




Saint Jean Pied de Port, en castellano San Juan Pie de Puerto, debe su nombre a su estratégica ubicación a los pies de las montañas fronterizas con España. Fue fundado en el siglo XII y desde 1234 fue capital de Ultrapuertos, una de las seis merindades del Reino deNavarra. A finales del siglo XVI pasó a formar parte de Francia y hoy es un cantón situado en el departamento de los Pirineos Atlánticos, en la región francesa de Aquitania..Saint Jean Pied de Port aún desprende un aura medieval gracias a su ciudadela posicionada en el alto, las rúas empedradas y comerciales de la Citadelle y d'Espagne, el conjunto formado por la iglesia y el puente sobre el río Nive, y el transitar de los miles de peregrinos que vienen caminando desde el centro de Europa o llegan desde España para iniciar la peregrinación. 

La Ciudadela fortificada de Saint Jean Pied de Port con unas dimensiones de 600 x 150 metros fue diseñada por el ingeniero militar Vauban durante el siglo XVII. Ocupó el lugar del antiguo castillo medieval y desde su ubicación se tienen unas vistas inmejorables de la localidad y del paisaje montañoso que la rodea. 

Hay que destacar también la Puerta de Santiago situada en la parte alta de la localidad adentra a los peregrinos provenientes del norte y centro de Europa en la Rue de la Citadelle, una de las calles renombradas del centro histórico. A Saint Jean Pied de Port llegan ya unidos los caminantes europeos de las vías Turonense, Lemovicense y Podense, no así los de la vía Tolosana que penetran en España por el Puerto oscense de Somport y se unen a los demás peregrinos en Puente la Reina. Importante también es la Iglesia de Notre Dame du Bout du Pont templo fortaleza gótico situado, como su antiguo nombre francés indica, en un cabo del puente medieval sobre el río Nive. Ahora se conoce como Iglesia de la Asunción. Cuenta con una gran nave con dos vías laterales y dos coros y presenta un conjunto de pilares y columnas en piedra roja. Adosada a su estructura se encuentra la Puerta de Notre Dame, que bajando la Rue de la Citadelle da acceso a la Rue d'Espagne, antiguo barrio de comerciantes y artesanos.
Puerta de Santiago
























































































Sobre las 19:30 hemos tenido la cena en el albergue, hemos tenido una hora de presentación de las personas que nos alojamos en el mismo. Para animar a los peregrinos los hospederos nos animado mediante el juego de una pelota imaginaria que nos hemos ido pasando unos a otros y el que la tenia, debía comentar quien era , de donde y porqué hacia el camino. Antes de empezar la cena un minuto de recogimiento interior y por fin la cena (sin carne y sin pescado). De esta forma hemos conocido, franceses, holandeses, australianos, canadienses, catalanes, muchos de los cuales nos seguiremos encontrando en los tres próximos días.






Después de la cena, unos minutos en la puerta del albergue para esperar las 22:00 y nos recogemos para descansar para esperar el primer día de camino. 








Etapa 1: Saint Jean Pied de Port - Roncesvalles

Hoy viernes 24 de Junio,  el día se ha levantado lluvioso y con niebla, todo lo contrario de ayer. El paisaje será muy diferente al que tuve la suerte de ver hace dos años, sin duda muy hermoso pero muy diferente a un día soleado y despejado. Iniciamos nuestra andadura en el puente medieval sobre el río Nive. 


Así accedemos a la rue d'Espagne, barrio de comerciantes y artesanos que apenas ha variado su fisonomía a lo largo de los siglos. Atravesamos la calle de una punta a otra para traspasar los muros derruidos de la antigua muralla y llegar hasta un poste de madera. Clavada, junto a una concha y la marca roja y blanca del GR 65, hay una señal que indica Chemin de Saint Jacques de Compostelle, ayer ya vimos estas señales.
Un terrible repecho nos recibe a continuación que afrontaremos despacio, la etapa es larga y dura.
Ascendiendo por la carretera rural pasamos intermitentes barrios de casas, como Iruleya y Erreculus, siempre rodeados de verdes praderías.


Pronto llegan de nuevo unas fuertes rampas que nos acercarán hasta el núcleo de Huntto.
Después de Huntto, la carretera nos da una pequeña tregua el camino puede hacerse por una senda que gana la partida a la pendiente con una sucesión de curvas de herradura, o por la carretera, nosotros optamos por la carretera, donde se unen de nuevo carreta y camino pasamos junto a una fuente y una mesa de orientación que está emplazada en un excelente mirador donde se obtiene una panorámica de Saint Jean Pied de Port y de la suave orografía de esta zona de la Aquitania francesa (Km 6,4), aunque el día no nos permite ver mucho. 


Un kilómetro después está el albergue y bar-restaurante de Orisson, donde almorzamos, los bocadillos que nos habíamos preparado el día anterior.
Seguimos avanzando por la carretera de montaña, donde observamos las ovejas de raza Manech y robustos caballos insensibles a los rigores del clima. 

Con una peregrina profesora americana que traerá a su alumnos el próximo año







Unos cuatro kilómetros más adelante, a unos cien metros y a mano izquierda, se puede distinguir sobre una cresta rocosa la talla de la Virgen de Biakorri, adornada con flores, collares, cruces, conchas y demás ofrendas peregrinas (Km 11,3). Tras veinte minutos de marcha pasamos de largo el desvío que baja hasta la localidad francesa de Arnéguy. Dos kilómetros más adelante, por fin, llegamos al punto clave de la jornada. Junto al arcén derecho hay un hito de piedra con una señal de madera tallada con la inscripción Roncevaux/Orreaga (Km 15).
Significa abandonar la carretera D-428 y continuar monte a través. Pasamos inmediatamente junto a la cruz de Thibault, también llena de objetos y colgajos, y ascendemos entre dos lomas, dejando a la derecha un refugio de piedra (Km 15,6). Bajo las laderas del pico Leizar Atheka, recorremos el kilómetro escaso que resta hasta el collado de Bentarte, donde se encuentra la Fuente de Roldán, que recuerda al oficial de Carlomagno derrotado por los vascones junto a su ejército en el año 778 (Km 16,5). La ascensión casi ha terminado y aquí hemos reposado unos minutos y hemos repuesto energías con un ligero bocadillo, la etapa desde Orisson a Roncesvalles no tiene ningún núcleo habitado. Un robusto hito de piedra anuncia nuestra entrada en Navarra y, en breve, una triple señal de madera nos anima a seguir por la derecha. 



Bajo un tupido hayedo y un tramo más despejado llegamos hasta el refugio Izandorre, situado entre las balizas 43 y 44.


La pista pedregosa se endurece hasta alcanzar el collado Lepoeder, la cota máxima de la etapa a 1430 metros de altura (Km 20,5).


Aquí se presentan dos opciones para continuar, bien señaladas en un poste de madera. La de la izquierda es la más corta (3,6 kilómetros hasta Roncesvalles), con el hándicap de que desciende por fuertes pendientes. Es un tramo precioso por el bosque del monte Donsimon. 



La opción de la derecha es cuatrocientos metros más larga y pasa por el alto de Ibañeta, donde se sitúa la capilla de San Salvador. Nosotros escogemos la más corta y descendemos por un bosque de hayedos, precioso hasta Roncesvalles.












Una vez en el albergue de peregrinos de Roscenvalles y tras la ducha reparadora, hemos ido a visitar la Real Colegiata de Roscenvalles, en una visita guiada especial para los peregrinos a un precio especial, consagrada en 1219, de estilo gótico francés. Hemos visitado la tumba del Rey Sancho VII El Fuerte y la escultura de la Virgen de Roscenvalles.





























Después hemos visitado el museo de Roscenvalles. Situado en la planta baja del edificio, recoge gran cantidad de objetos de arte representativos de la Colegiata, que incluyen escultura, pintura y orfebrería, así como muebles, tapices, monedas y libros de gran interés bibliográfico. Destaca el llamado "Ajedrez de Carlomagno".



Luego nos hemos dirigido a la Capilla de Santiago, pequeña construcción gótica del siglo XIII.







La última visita ha sido la Capilla del Espíritu Santo o Silo de Carlomagno, construcción más antigua de Roncesvalles, del siglo XII, donde se ha dado históricamente sepultura a los peregrinos.



Después un pequeño refrigerio (no olvidaremos el tocino frito a baja temperatura) para esperar la cena de menú de peregrino en uno de los dos únicos lugares donde se puede comer en Roncesvalles. Aún hemos tenido tiempo antes de que cierre el albergue de tomarnos un Gin Tonic.



 



Etapa 2: Roncesvalles - Zubiri

Si ayer tuvimos un día  de niebla y ligera lluvia, hoy sábado 25 de junio, la lluvia es más fuerte y ya desde el albergue nos acompañará durante las primeras horas del día. Salimos a la N-135, un cartel nos indica los kilómetros que faltan hasta Santiago, para tomar una senda que nace junto al arcén derecho y que discurre por el bosque de Sorginaritzaga o robledal de Brujas. 



Pasados cien metros puede verse al otro lado de la carretera la cruz de los Peregrinos, un crucero gótico que fue trasladado a este lugar en el año 1880 por el Prior don Francisco Polite. 


El bucólico paseo termina al llegar junto a las naves del polígono Ipetea, punto donde giramos a la izquierda para salir a la N-135 y entrar en Auritz/Burguete. 



La calle San Nicolás y la carretera son todo uno, así que por ella atravesamos el pueblo, ya que no hay arcén entre las robustas casas blasonadas y el asfalto.

Pasada la parroquia de San Nicolás torcemos a la derecha junto a una sucursal bancaria para cruzar una pasarela sobre un arroyo que baja hacia el río Urrobi. 



Continuamos por una pista, flanqueada por algunas naves y extensas praderas pobladas de ganado y bosquetes de hoja caduca. Tras sortear varios cauces de agua por vados rudimentarios de piedra y solventar un repecho, salimos a una pista asfaltada desde la que ya apreciamos los tejados escarlatas de Espinal, primer pueblo del valle de Erro. 






Nos internamos en el casco urbano de Espinal, para salir a la N-135 a la altura de la moderna iglesia de San Bartolomé. Preciosas construcciones nos acompañan en este pueblo.


Bonita escuela y biblioteca

Aquí hemos parado a almorzar, después de un paso de peatones giramos a la izquierda y comenzamos a subir hasta el alto de Mezkiritz. Junto al arcén hay una imagen labrada de la Virgen de Roncesvalles (Km 8,2). Una cancela metálica nos anima a entrar en el impresionante hayedo, donde el sotobosque de boj, acebos y helechos nos guía hacia la siguiente población. 









Un último tramo, pavimentado para mantener alejado el barro, nos deja junto a la carretera, donde una senda artificial conduce a Bizkarreta.





Desde aquí a Lintzoain. Una vez en Lintzoain pasamos junto al frontón (hay una fuente) y torcemos a la derecha para coger un carril de cemento muy, muy empinado. 
Se sigue por pista de gravilla - un mojón se encarga de recordarnos los cuatro kilómetros que restan hasta el alto de Erro - y se continúa a través de una estrecha senda. 





Las primeras rampas son las más duras pero la pendiente cede y el camino se ensancha e incluso hay buenos tramos en claro descenso, como el que nos lleva hasta el mismo alto de Erro, donde cruzamos la N-135. 



En el Alto de Erro hay un Bar-furgoneta con refrescos y fruta. Cogemos una pista y a los setecientos metros dejamos a un lado el lugar donde se ubicaba la Venta del Puerto, antigua posada de la que hoy no quedan más que restos. Después la bajada se hace más patente, nos lleva a abrir y cerrar un par de portillos y nos sorprende con algún tramo de escalones. Al final nos presentamos en el puente de la Rabia sobre el río Arga, construcción por la que accedemos a Zubiri y al valle de Esteribar.






Hemos comido en Zubiri, y después nos hemos dirigido al albergue Suseia, después de la ducha y un ligero descanso, hemos dado una vuelta por Zubiri, pero no había mucho ambiente, era sábado e incluso algunos bares estaban cerrados, tras una ligera cena nos trasladamos al albergue y nos disponemos a descansar cuando aun no había oscurecido.

 




Etapa 3: Zubiri - Pamplona - Barcelona

Después de dos días lluviosos, hoy domingo 26 de junio, día electoral, el tempo nos da una tregua, salimos del albergue después de un pequeño desayuno, volvemos a cruzar de nuevo el puente de la Rabia. 

Iglesia de Zubiri



Tras un kilómetro llegamos al borde de una carretera, justo enfrente de la fábrica de Magna, una empresa fundada en 1945 aprovechando el yacimiento geológico de magnesita. Subimos por la carretera, rodeando el perímetro de la empresa y, posteriormente, descendemos un tramo de escaleras para abandonar el área industrial. 



Ilarratz
Por un camino empedrado llegamos a Ilarratz, pasando por La Abadia de Santa Lucía, en plena reconstrucción, después enseguida llegamos a Eskirotz a escasos dos kilómetros se encuentra Larrasoaña, vertebrado por la calle San Nicolás, que debe su origen a la fundación de un monasterio en el siglo X, un corto ascenso lleva hasta el siguiente núcleo del valle de Esteribar: Akerreta. 

La Abadia de Santa Lucía, entre Ilarratz y Eskirotz

En lo alto del pueblo se encuentra la iglesia de la Transfiguración, que aún conserva elementos medievales como la torre, la portada y la pila bautismal. Pasamos junto al hotel rural y después de un portillo llegamos hasta una carretera local, que cruzamos. El siguiente tramo transcurre entre árboles y matorral y vamos en busca del río Arga y solventamos un rápido descenso hasta la misma orilla, llegando casi a rozar el agua. 

Camino de Zuriain
Rio Arga



Pegados al cauce llegamos hasta el puente de Zuriain. Junto al puente se encuentra el bar y el albergue La Parada de Zuriain (deberíamos haber almorzado aquí). Salimos a la N-135 y seguimos con cuidado unas rodadas junto al arcén. Cogemos el desvío de Ilurdotz y volvemos a cruzar el Arga para dirigimos hasta Irotz. 

Señalización camino Irotz
Irotz
A la entrada de esta población se encuentra el Horno de Irotz, un restaurante especializado en desayunos caseros, almuerzos y cazuelicas que abrió en 2012 (cerrado nos quedamos sin almuerzo cuando estuve hace dos años era espectacular). 

Rio Arga a la salidaa de Irotz

Dejando a un lado la iglesia de San Pedro seguimos por pista hasta el puente de Iturgaiz, de origen románico y rehabilitado el siglo pasado. Justo a la salida surge a mano izquierda la pista del paseo fluvial del Arga. Este punto es muy dado a confusiones dado que hay dos señalizaciones diferentes. La del paseo marca 14 kilómetros hasta Cizur y justo arriba, a la entrada de una senda estrecha, señala Arre y Villava/Pamplona. La señalizada como Arre es una senda estrecha que avanza entre el paseo fluvial y la carretera y que entra en Zabaldika, es la que cogimos, donde se puede continuar de frente o cruzar a nivel la N-135 para subir hasta la iglesia de San Esteban, es la que tomamos, la histórica, la iglesia de San Esteban es de principios del siglo XIII, la torre del campanario se apoya y eleva desde la sección del coro que está flanqueado a un lado por la pila bautismal también del siglo XIII y al otro por una escalera de caracol por la que se sube al campanario, al que accedimos se dice que la campana más pequeña de bronce es la más antigua de toda Navarra.

Zabaldika
Iglesia de San Esteban (Zabaldika)


Proseguimos de frente y nos lleva a subir una senda que lleva hasta el antiguo señorío de Arleta, hoy un conjunto de casas arruinadas. 

Arleta

Nos despedimos del valle de Esteribar y más adelante evitamos cruzar una circunvalación gracias a otro paso subterráneo. Bajamos así hasta el puente del río Ultzama y la ermita de la Trinidad de Arre, que aún luce su ábside románico, accedemos así a la calle Mayor de Villava, cuna del gran ciclista Miguel Indurain. 

Camino de Villava
Camino de Villava



Puente de la Trinidad de Arre sobre el río Ultzama
A la salida cruzamos la carretera y continuamos de frente, pasando varias rotondas, hasta enlazar con Burlada. Atravesamos la población por la calle Mayor y en seguida, se gira a la derecha y hay que estar atentos a la señalización jacobea del pavimento, seguimos unos metros hacia la derecha y doblamos a la izquierda hacia un paseo. Aquí enlazamos con el camino dejado anteriormente, es el camino de Burlada, que conduce hasta las puertas de Pamplona, la primera ciudad del Camino. Kilómetro y medio después cruzamos el puente de la Magdalena sobre el río Arga. Continuamos por el foso de las murallas, concretamente junto al Baluarte de Nuestra Señora de Guadalupe, para traspasar un puente levadizo y el portal de Francia, del año 1553. Éste conduce a las calles del Carmen. Al final de esta última, la señalización nos anima a girar a la izquierda por la calle de Curia, después doblamos a la derecha por la calle Compañía, hasta la Catedral de Pamplona.

Puente de la Magdalena

Puente levadizo y portal de Francía
Catedral de Pamplona
Pequeña vuelta por Pamplona, todos la conocemos y nos vamos a comer a la terraza del café Iruña.
Ultima caminata, 30 minutos y cogemos el tren a las 16:25 hasta Barcelona. Termina este primer tramo y todos ya pensamos en el siguiente, a las 20:00 cuando cierren los colegios electorales estaremos en nuestra ciudad (menos mal del voto por correo).




Introducción:
La experiencia de los años anteriores junio 2013, 2014 y 2015 (este blog nació para informar de la primera peripecia en 2013) ha sido tan gratificante y he comentado tanto el tema que he animado a mi mujer y a unos amigos a acometer de nuevo esta aventura.

Para no mermar nuestras vacaciones efectuaremos tramos de pocos días (entre 3 y 5), intentando que los puntos de inicio y final tengan buena comunicación desde Barcelona.

La descripción del tramo no será como la de años anteriores, al día, aquí las haré una vez acabado el tramo e intentaré hacer hincapié en temas diferentes.


Tramo 1: Saint Jean Pied de Port - Pamplona
Este tramo es para mi de los más bonitos de todo el Camino de Santiago, son 68,2 Km., distribuidos en cuatro etapas, una de aproximación y tres de hacer camino:
Etapa 0: Barcelona - Saint Jean Pied de Port
Etapa 1: Saint Jean Pied de Port - Roncesvalles
Etapa 2: Roncesvalles - Zubiri
Etapa 3: Zubiri - Pamplona - Barcelona

Saldremos de Barcelona el 23 de junio de 2016 y regresaremos el día 26. A la vuelta os describiré con todo detalle el itinerario, los lugares, la historia, las anécdotas, las fotos y todo los que me parezca digno de mención.

1 comentario:

  1. Buen camino!!!! Esperando ansiosos que lleguen las próximas etapas: Pamplona -Logroño

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